Adiós Ingreso Mínimo Vital en 2025: si no cumples con este requisito, perderás la ayuda
En 2025, el límite de ingresos para poder acceder al Ingreso Mínimo Vital varía en función del tamaño y la composición del hogar.
El Ingreso Mínimo Vital (IMV) ha sido, desde su implementación en 2020, una herramienta clave para combatir la pobreza y garantizar un nivel de vida digno a miles de hogares en situación de vulnerabilidad en España.
Esta ayuda ha beneficiado a más de 2,1 millones de personas, convirtiéndose en un pilar fundamental para muchas familias. Sin embargo, a partir de 2025, la normativa que regula esta prestación sufrirá algunos cambios importantes, y uno de los factores más relevantes será el límite de ingresos.
Según datos del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), más de 2,1 millones de personas han sido beneficiarias de este programa, el cual en 2025 aumentará un 9%, siguiendo la actualización de las pensiones no contributivas.
Si los beneficiarios superan ciertos umbrales de ingresos, podrían perder el derecho a la ayuda, por lo que es esencial estar informado sobre las nuevas condiciones. En este sentido, los límites para seguir recibiendo el IMV se han ajustado y, de no cumplir con ellos, la prestación podría suspenderse.
Esto eleva la renta anual garantizada para un beneficiario individual de 7250 euros en 2024 a 7910 euros en 2025, lo que equivale a 658 euros al mes.
¿Qué requisitos cambian para 2025?
A partir de 2025, el límite de ingresos para acceder al IMV se ajustará dependiendo del tamaño y la composición del hogar. Para que los beneficiarios sigan percibiendo la ayuda, sus ingresos no pueden superar ciertos umbrales.
- Una persona que vive sola no podrá tener ingresos superiores a 491,63 euros mensuales.
- En el caso de hogares con más miembros, el límite aumentará en 147,49 euros por cada miembro adicional, alcanzando un máximo de 1081,59 euros mensuales para una familia de dos adultos y dos menores.
¿Quién puede solicitar el Ingreso Mínimo Vital?
Para poder solicitar el IMV, los solicitantes deben cumplir con ciertos requisitos:
- Residencia legal y continuada en España: mínimo un año antes de la solicitud.
- Ingresos y patrimonio limitados: deben estar por debajo de los umbrales establecidos.
- Declaración de la renta: es obligatorio presentarla.
- Estabilidad en la unidad de convivencia: la unidad debe existir al menos un año antes de la solicitud (excepto en casos excepcionales).
- Edad mínima: tener 23 años o 18 años si hay menores a cargo.
- Exclusiones: no ser beneficiario de pensiones contributivas por jubilación o incapacidad permanente, ni pensiones no contributivas por invalidez o jubilación.
- Residencia independiente previa: haber vivido independientemente durante al menos un año (en el caso de familias) o tres años (si se vive solo).
¿Qué sucede si se superan los límites de ingresos?
Si los ingresos o el patrimonio del hogar superan los límites establecidos, el IMV puede ser suspendido. Las situaciones que pueden llevar a esta suspensión son:
- Superación del límite de ingresos o patrimonio: si los ingresos del hogar exceden lo permitido, se suspende la ayuda.
- No presentar la declaración de la renta: la falta de declaración durante dos años consecutivos puede causar la suspensión.
- Alteraciones en la unidad familiar: no informar sobre cambios en la convivencia o mudanzas al extranjero.
- Fraude o falsificación de información: ocultar datos relevantes puede dar lugar a la pérdida definitiva de la ayuda.
Consecuencias de superar el umbral
- Suspensión temporal: por superar los límites de ingresos, no actualizar la situación familiar o no presentar la declaración de la renta.
- Suspensión permanente: en casos graves, como el fallecimiento del titular o la falsificación de información.
En el peor de los casos, la Seguridad Social podría exigir la devolución de los últimos 180 días cobrados de forma indebida. Por ejemplo, si un beneficiario recibiera 658 euros al mes y perdiera el derecho a la ayuda, tendría que devolver más de 3900 euros.
Impacto social del IMV en España
El Ingreso Mínimo Vital ha tenido un impacto significativo en la reducción de la pobreza extrema, especialmente en hogares monoparentales y aquellos con menores a cargo.
Según estudios recientes, más del 50% de los beneficiarios son mujeres, y el programa ha demostrado ser clave para mejorar la situación económica de los hogares más vulnerables. A pesar de los avances, expertos sugieren que una mayor simplificación de los trámites podría mejorar aún más su efectividad.