

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido una alerta sobre la nueva variante del SARS-CoV-2, denominada NB.1.8.1, debido a su rápida propagación a nivel mundial.
Identificada por primera vez en enero de 2025, esta subvariante de Ómicron ha sido clasificada como "variante bajo monitoreo" por la OMS, ya que su prevalencia ha aumentado significativamente en las últimas semanas.
Aunque la OMS considera que el riesgo para la salud pública es bajo, la expansión de NB.1.8.1 ha generado preocupación entre las autoridades sanitarias, especialmente por su capacidad para evadir parcialmente la inmunidad proporcionada por infecciones previas y la vacunación. La variante ha sido detectada en 22 países, incluidos los Estados Unidos, Egipto, Tailandia y las Maldivas.

NB.1.8.1: una variante con mayor transmisibilidad y evasión inmunitaria
NB.1.8.1 es una subvariante de Ómicron que presenta múltiples mutaciones en la proteína de la espícula, lo que le confiere una mayor afinidad por el receptor ACE2 humano y, por ende, una mayor capacidad de transmisión. Según la OMS, esta variante ha mostrado un crecimiento significativo en su prevalencia, pasando del 2,5% al 10,7% de las secuencias globales en solo cuatro semanas.
A pesar de su rápida propagación, los datos actuales no indican que NB.1.8.1 cause una enfermedad más grave que otras variantes en circulación. Sin embargo, su capacidad para evadir parcialmente la respuesta inmunitaria ha llevado a un aumento de hospitalizaciones en algunas regiones, como China y Hong Kong.
Síntomas similares, pero con mayor capacidad de contagio
Los síntomas asociados a NB.1.8.1 son similares a los de otras variantes de Ómicron e incluyen fiebre, escalofríos, tos, dolor de garganta, congestión nasal, fatiga y dolor de cabeza. Estos síntomas suelen durar entre tres y cinco días.
Expertos en virología, como Lara Herrero de la Universidad Griffith, han señalado que las múltiples mutaciones de NB.1.8.1 podrían aumentar su eficiencia para infectar células y su transmisibilidad, incluso en personas previamente inmunizadas.
Recomendaciones de la OMS y medidas preventivas
La OMS recomienda mantener la vigilancia epidemiológica y la vacunación para prevenir un colapso de los sistemas de salud. Aunque las vacunas actuales siguen siendo efectivas contra NB.1.8.1, la organización aconseja a los países realizar ensayos de neutralización y monitorear indicadores de gravedad e impacto en la eficacia de las vacunas.

Además, se insta a la población a retomar medidas preventivas como el uso de mascarillas en espacios cerrados, el distanciamiento social y la ventilación adecuada, especialmente para personas con síntomas o como medida preventiva general.
















