

Como un auténtico cuento de Navidad, una marca de moda convirtió su caja navideña en un golpe de suerte. Bimba y Lola repartió entre sus empleados décimos de la Lotería de Navidad. El resultado fue histórico.
Según informó la agencia EFE, el segundo premio dejó cerca de 97 millones de euros repartidos. La fortuna se concentró especialmente en la sede de Vigo. Allí trabajan decenas de personas de la firma gallega.
La escena se vivió pasadas las 09:21 horas, cuando salió el número 70.048. Primero hubo incredulidad. Luego gritos, abrazos y celebración colectiva entre los trabajadores de la empresa.

Bimba y Lola y el segundo premio que repartió millones en toda España
Acostumbrada a ser noticia por sus colecciones de moda, Bimba y Lola lo fue esta vez por otra razón. La firma repartió entre su plantilla décimos del segundo premio. La suerte se extendió por varias ciudades.
Según EFE, el número premiado se adquirió en una administración de la calle Barquillo de Madrid. Desde allí se distribuyeron las 198 series. Los décimos llegaron a tiendas del grupo en toda España.
En la sede de Vigo, la alegría fue total. “Después la algarabía y, por último, el éxtasis”, describe EFE. La fortuna había sonreído a los trabajadores de la firma gallega.
Cuánto dinero ganaron los empleados tras el sorteo de Navidad
Cada décimo del segundo premio está dotado con 125.000 euros. Las participaciones de 5 euros adquiridas por los empleados superan los 31.000 euros. Una cifra inesperada para muchos.
La suerte también alcanzó a becarios. Una joven celebrará su cumpleaños con varios miles de euros. “Algunos empezaron a gritar y lo comprobamos en el ordenador. No me lo creía”, relató.
Otros pensaron que se trataba de “una broma”. Nadie imaginó que el número compartido por casi todos sería premiado. La emoción se mezcló con sorpresa y nerviosismo.
Celebración, emoción y testimonios tras el premio histórico
A media mañana, los empleados salieron a celebrarlo frente a la empresa. Corearon el nombre de la marca. Descorcharon botellas y saltaron de alegría.
Silvia, una de las trabajadoras premiadas, celebró la suerte compartida. También lamentó que algunos compañeros no hubieran comprado participaciones. La emoción fue general.
“Hay gente que se quedó sin comprar, pero al final tienes que arriesgarte y jugar”, explicó Guillermo a EFE. Raquel se mostró “emocionadísima” tras poner una alarma para comprar el último día.













