En España, es habitual encontrar contratos que fijan la jornada laboral de lunes a domingo, sobre todo en comercios que abren fines de semana o en servicios esenciales como el sector sanitario, el transporte o los cuerpos de seguridad.
Sin embargo, una reciente sentencia del Tribunal Supremo estableció un límite clave: una empresa no puede imponer trabajo en sábado y domingo si eso supone una modificación sustancial de lo pactado.
El Tribunal Supremo impide ampliar jornadas laborales al fin de semana
La resolución del Tribunal Supremo marcó un precedente relevante. El fallo anuló la obligación empresarial de que un grupo de trabajadores realizara tareas en sábado y domingo.
El Tribunal señaló que esta decisión implicaba una modificación profunda de la jornada.
La sentencia 1643/2025 surgió a raíz de una demanda colectiva presentada por la Confederación General del Trabajo (CGT). El conflicto involucró a 42 empleados de Konecta Servicios de BPO, quienes prestaban servicios al Banco Santander.
Estos empleados tenían contratos que incluían la posibilidad de trabajar de lunes a domingo. Pese a ello, siempre habían desempeñado sus tareas de lunes a viernes. En abril de 2022 la empresa comunicó que desde el 2 de mayo deberían trabajar también los fines de semana, alegando “necesidades de servicios”.
Un cambio sin negociación que vulnera el Estatuto de los Trabajadores
Los trabajadores recurrieron al Tribunal al entender que la empresa vulneraba el artículo 41 del Estatuto de los Trabajadores. Este artículo exige negociación previa en caso de cualquier “modificación sustancial de la jornada”.
Según la sentencia, la decisión empresarial era nula porque introducía un cambio relevante en las condiciones laborales. El Supremo afirmó que la compañía “no podía decidir unilateralmente, y sin seguir el procedimiento del artículo 41 ET, que se pasara a prestar servicios de lunes a domingo”.
Antes del fallo, el Juzgado de lo Social Nº2 de Valladolid y el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León habían desestimado la demanda. El Supremo corrigió esas decisiones y dio la razón al sindicato.
Qué implica para trabajadores y empresas
Esta decisión reforzó la protección de los trabajadores frente a cambios no pautados en sus condiciones. La clave es que una cláusula contractual que menciona un horario amplio no legitima cualquier modificación posterior.
El Supremo aclaró que si el trabajador desarrolla su jornada habitual de lunes a viernes, pasar a trabajar fines de semana altera su organización vital y laboral. Por eso requiere negociación y acuerdo.
Para las empresas, la sentencia fija un límite: no basta con que el contrato mencione disponibilidad de lunes a domingo. Cualquier cambio relevante debe seguir los pasos legales.