Gran asombro vienen causando los avistamientos de un pez a cuyo alrededor se tejen mil historias y leyendas. La curiosidad de los científicos y el temor en la gente "por lo que podría pasar" se mezclan cada vez que avistan a la especie marina que predice terremotos y otras catástrofes.
No es el pez diablo negro: laespecie que avistaron recientemente enSudamérica es el pez remo, también llamado "el pez del apocalipsis".
Cómo es el pez avistado en Sudamérica que "presagia" catástrofes
Este singular pez apareció recientemente dos veces en dos semanas en las costas de Baja California Sur, México, dejando a los habitantes de la zona muy preocupados por un comienzo del 2025 con semejante "presagio".
La primera vez fue en la isla Espíritu Santo, donde una mujer captó el rescate de uno de estos ejemplares encallados. Y días después, un segundo pez remo fue encontrado varado en una playa del municipio de Los Cabos.
Unos surfistas lograron devolverlo al mar, aunque el animal parecía herido y le faltaba parte de la cola, según se ve en los videos compartidos en redes sociales.
El pez remo gigante (Regalecus glesne) habita en las profundidades de los océanos, en la zona mesopelágica, que se encuentra entre los 200 y 1000 metros de profundidad.
Otros de sus nombres no científicos son:
Pez cinta
Pez serpentina
Rey de los arenques
Pez remo del Pacífico
Más datos sobre el pez remo, una especie rodeada de leyendas
Conocidos como los peces óseos más grandes del mundo, pueden alcanzar hasta 9 metros de longitud, pero se han hallado hasta de 11 metros. Normalmente, miden 3 metros. Y dado su hábitat, son raramente vistos por los humanos, lo que aumenta su misterio y las leyendas.
El mito alrededor de este singular animal, cuya aparición dicen que presagia desastres, cobró fuerza en Japón. Fue en 2011, ante uno de los peores tsunamis del país, precedido por el avistamiento de más de 20 peces remo en sus costas.
Esto disparó la leyenda, pero la ciencia jamás encontró relación entre un hecho y el otro.
También hay referencias bíblicas que se suman al mito, por ejemplo, cuando se relata cómo Dios envió un gran pez para tragarse al profeta Jonás (Libro de Jonás, capítulo 2, versículo 1).