

La relación entre propietarios e inquilinos está regulada por una normativa precisa, pero muchas veces desconocida. En España, la recuperación de una vivienda alquilada no es automática: depende de lo que se haya pactado por escrito en el contrato.
Según la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) y otras normas complementarias, un propietario no podrá recuperar su vivienda alquilada si no ha incluido previamente una cláusula específica en el contrato que lo permita. De lo contrario, deberá respetar el plazo íntegro del arrendamiento firmado.

Qué dice la ley sobre la recuperación de una vivienda alquilada
La normativa vigente protege el derecho de uso del inquilino mientras esté vigente el contrato. Esto significa que el propietario no puede entrar ni exigir la devolución del inmueble sin haber establecido esa posibilidad de forma clara en el contrato de arrendamiento.
El Artículo 9 de la Ley de Propiedad Horizontal, citado en el Boletín Oficial del Estado (BOE), establece que los propietarios deben respetar tanto las zonas comunes como las condiciones del inmueble. Aunque este artículo se refiere principalmente a las comunidades de vecinos, sus principios se aplican también a las relaciones contractuales de alquiler.
Derecho a la privacidad y protección del inquilino
El Tribunal Supremo ha confirmado en varias ocasiones que el domicilio arrendado goza de la misma protección constitucional que cualquier vivienda habitual. Esto implica que, aunque sea el titular legal, el casero no puede acceder al piso sin el permiso del inquilino.
El arrendatario tiene derecho a disfrutar de la vivienda con tranquilidad, seguridad y privacidad durante todo el periodo contractual. Si el propietario intenta ingresar sin autorización, podría estar incurriendo en una infracción legal, con sanciones previstas en el ordenamiento jurídico.
Qué debe hacer un propietario si quiere recuperar la vivienda
La clave está en el contrato. El arrendador debe asegurarse de que el documento incluya una cláusula de recuperación anticipada, en la que se indique claramente bajo qué condiciones podría pedir la vivienda de vuelta antes del vencimiento del acuerdo.
Además, es fundamental que esa cláusula esté redactada de forma clara, que sea firmada por ambas partes y que esté respaldada por los artículos pertinentes de la LAU. En caso de conflicto, será ese contrato el que determine quién tiene razón ante un juzgado.

Recomendaciones para evitar conflictos legales
- Revisar el contrato cuidadosamente antes de firmar.
- Incluir siempre cláusulas sobre uso, duración y recuperación de la vivienda.
- Consultar a un abogado o asesor inmobiliario si existen dudas legales.
- Evitar acceder a la propiedad sin el consentimiento del inquilino.
Estas medidas garantizan una relación de alquiler justa, legal y sin sorpresas. La ley está diseñada para equilibrar los derechos de ambas partes, siempre que cada uno cumpla con sus obligaciones.














