El despliegue masivo de tecnología militar de China está levantando inquietud en todo el planeta. Las imágenes del poderoso desfile han encendido las alarmas entre vecinos y grandes potencias, advirtiendo que el país acelera su proyección de fuerza.
Con motivo del 80.º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, el Ejército Popular de Liberación (EPL) organizará un desfile militar en Pekín el próximo 3 de septiembre, donde se mostrarán armas hipersónicas, drones interceptores y sistemas antimisiles nunca vistos en público.
La cita tendrá como escenario la plaza de Tiananmen, con presencia del propio Xi Jinping y la de líderes aliados de su régimen, como el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
Una demostración de fuerza que redefine la guerra moderna
Pekín desplegará 45 formaciones terrestres, centenares de aeronaves, incluyendo cazas y bombarderos incluidos. También desfilarán armas de precisión hipersónicas, misiles antibuque, tanques de nueva generación y tecnología antisuperficie no tripulada.
El general Wu Zeke, uno de los responsables del desfile, lo explicó así: este evento "demostrará plenamente la capacidad del ejército para adaptarse a los avances tecnológicos y a los nuevos patrones de combate, preparados para ganar futuras guerras".
Estimaciones hechas teniendo en cuenta desfiles similares mencionan más de 12000 soldados, 500 vehículos militares y 200 aeronaves. Aunque aún no se han ofrecido cifras oficiales del despliegue, el nivel de seguridad ya se ha intensificado en Pekín con ensayos masivos y restricciones de tráfico.
La nueva batalla: hardware, software y redes de combate
Esto no es solo un desfile de poderío técnico. China está impulsando un modelo de guerra ciber-electrónica, combinando drones autónomos, armamento de energía dirigida, interferencia electrónica y formación de combate digital. Todos, productos fabricados en el país.
El análisis de expertos destaca que China ya se considera a sí misma a punto de superar a EE.UU. en inteligencia artificial aplicada al combate. Gracias a su industria robusta y políticas como la fusión militar-civil, el EPL ha acelerado su capacidad de adaptar tecnologías de IA al ámbito bélico.
Una exhibición que se transforma en un desafío geopolítico
El desfile ocurre en un contexto de tensiones crecientes: Taiwán en primer plano, una carrera armamentista regional visible y una estrategia de contención activa desde EE.UU. y la OTAN. Mostrar esta tecnología no es solo simbolismo, es una advertencia real.
China cuenta con el presupuesto militar más alto del mundo y su Ejército Popular de Liberación, que incluye casi 2,3 millones de efectivos, se posiciona como una de las fuerzas terrestres más grandes del mundo.
La exhibición del 3 de septiembre promete reconfigurar la percepción global del equilibrio militar, subrayando que el futuro del conflicto ya no empieza en el campo de batalla, sino en el laboratorio y el centro de datos.