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Las mascarillas faciales se han consolidado como un elemento habitual en las rutinas de cuidado personal. Entre las más populares en el mercado actual se encuentran las elaboradas con arcilla, ampliamente valoradas por sus propiedades purificantes y calmantes. Sin embargo, una reciente investigación de la OCU ha puesto en entredicho la seguridad de estos productos, al detectar la presencia de metales pesados en su composición.

Mascarillas faciales bajo la lupa de la OCU por su contenido en metales

La OCU ha analizado 21 mascarillas de arcilla comercializadas en España, disponibles en supermercados, herbolarios, tiendas de cosmética natural y parafarmacias. Los resultados han sido preocupantes: 19 de los productos examinados contienen metales pesados como plomo y arsénico en niveles superiores a los considerados técnicamente evitables.

Aunque estos elementos están presentes de forma natural en la tierra -y por ende en las arcillas minerales utilizadas-, su concentración podría reducirse significativamente mediante controles más estrictos.

La organización destaca que marcas reconocidas como Caudalie y Kiko Milano superaron los valores de referencia para varios metales. En contraste, solo dos mascarillas -la SOS de Les Cosmétiques (Carrefour) y la Black face mask de Ziaja- mantuvieron los niveles por debajo de los umbrales indicados por organismos como la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) o su homóloga alemana, la Oficina Federal de Protección del Consumidor y Seguridad Alimentaria.

El análisis de la OCU, realizado mediante espectrometría de masas, revela una situación que, aunque no supone un riesgo inmediato para la salud con un uso ocasional, sí exige medidas para reducir la exposición continuada a estas sustancias. El plomo, detectado en 13 mascarillas, está vinculado a efectos neurotóxicos y daños en el desarrollo infantil, mientras que el arsénico puede causar afecciones dermatológicas, cardiovasculares y tiene reconocidas propiedades cancerígenas.

Arcilla: propiedades cosméticas y riesgos no deseados

Las mascarillas de arcilla se presentan en distintas variantes -verde, blanca, roja o bentonita- y se adaptan a diferentes tipos de piel. Su efectividad se debe a la presencia de minerales como hierro, silicio, magnesio o zinc, que favorecen la limpieza profunda, la regulación del sebo y la mejora del tono cutáneo. No obstante, esta misma composición natural genera un conflicto con los estándares de seguridad sanitaria.

Desde la OCU se insiste en la necesidad de actualizar la normativa europea en materia de cosméticos. En concreto, se solicita que la AEMPS establezca límites claros y armonizados para la presencia de metales pesados, incluso si estos son consecuencia de procesos naturales y no añadidos intencionadamente.

También se pide reforzar la vigilancia sobre los productos ya disponibles en el mercado y garantizar que los niveles considerados "inevitables" por la industria realmente respondan a criterios técnicos objetivos y de salud pública.