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En el corazón del valle del río Saja, en España, rodeado de montañas, bosques y praderas verdes, se esconde uno de los rincones más pintorescos de Cantabria: Lamiña.

Este pequeño pueblo, situado a solo tres kilómetros de Ruente, conquista a los viajeros por su encanto rural, su tranquilidad y la cercanía a las famosas Cascadas de Úrsula, uno de los tesoros naturales más visitados de la región.

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Con poco más de 90 habitantes y una altitud de 360 metros sobre el nivel del mar, Lamiña conserva intacta la esencia de los pueblos montañeses.

Sus calles empedradas, las casas tradicionales con balcones de madera y la gastronomía local hacen de este destino un lugar ideal para los amantes del senderismo, la historia y el turismo rural.

La historia de Lamiña: un pueblo con raíces milenarias

Lamiña forma parte del municipio de Ruente y cuenta con una historia que se remonta al siglo IX, época en la que se construyó uno de sus elementos patrimoniales más antiguos: la Ermita de San Fructuoso.

A lo largo del tiempo, el pueblo fue quedando fuera del antiguo camino foramontano, pero aún conserva vestigios de su importancia pasada en su arquitectura y trazado urbano.

Entre sus construcciones más destacadas se encuentra la Casa del Madero, donde tradicionalmente se celebraban los concejos abiertos del pueblo; la Casa Velarde, conocida por sus figuras policromadas del siglo XVIII; y las casas del barrio de La Calleja, que conservan la estructura típica montañesa con balcones y solanas talladas en madera.

¿Qué ver y hacer en Lamiña?

  • Cascadas de Lamiña (Cataratas de Úrsula): uno de los paisajes naturales más espectaculares de Cantabria, con senderos que atraviesan bosques y conducen a varias caídas de agua.
  • Ermita de San Fructuoso: joya arquitectónica del siglo IX y uno de los templos más antiguos de la comarca.
  • Casas montañesas: ejemplos de arquitectura popular del valle del Saja, con balcones de madera y fachadas de piedra.
  • Ferias y fiestas locales: el 8 y 9 de septiembre se celebran las festividades en honor a Nuestra Señora y San Fructuoso, con actividades tradicionales y gastronomía regional.
  • Gastronomía local: en el Bar-Restaurante Casa Manolito se pueden degustar platos típicos cántabros elaborados con productos locales.
  • Alojamiento rural: los Apartamentos Las Rozas de Cabuérniga ofrecen una estancia confortable para quienes buscan naturaleza y descanso.

¿Cómo llegar a Lamiña en coche?

  • Desde Santander: tomar la A-67 en dirección a Torrelavega y luego continuar por la N-634 hasta Cabezón de la Sal. Desde allí, seguir por la CA-180 en dirección a Ruente y finalmente por la carretera local hasta Lamiña (aproximadamente 1 hora y 10 minutos de viaje).
  • Desde Bilbao: conducir por la A-8 hasta la salida de Cabezón de la Sal, continuar por la N-634 hacia Ruente y seguir las indicaciones a Lamiña (unas 2 horas de trayecto).
  • Desde Oviedo: tomar la A-8 hasta Unquera, seguir por la N-621 y luego por la CA-180 hacia Ruente y Lamiña (alrededor de 2 horas y 30 minutos).