España se suma a Italia: estas personas podrían perder la doble nacionalidad si no cumplen con estas condiciones
Dos países europeos están cambiando las reglas y millones de ciudadanos con doble nacionalidad podrían verse afectados.
En los últimos meses, los gobiernos de Italia y España iniciaron un viraje clave en sus políticas migratorias. Ya no alcanza con tener apellido europeo o un abuelo nacido en el Viejo Continente: ahora se exige más. Las nuevas condiciones para mantener la doble nacionalidad apuntan a garantizar vínculos activos con el país y evitar abusos en la solicitud de ciudadanía.
Estas decisiones impactan especialmente en América latina, donde millones de descendientes de italianos y españoles accedieron en las últimas décadas a pasaportes europeos. La advertencia es clara: si no cumplen con ciertos requisitos, podrían perder la nacionalidad que heredaron.
Italia cambia las reglas: ¿quiénes podrán seguir siendo ciudadanos?
El gobierno italiano aprobó un decreto que endurece el acceso a la ciudadanía por ius sanguinis (derecho de sangre). Desde marzo de 2025, solo podrán obtenerla quienes sean hijos o nietos directos de ciudadanos italianos. Aquellos que descienden de bisabuelos o generaciones anteriores ya no podrán acceder.
Además, se exige demostrar un vínculo cultural y lingüístico con Italia, que incluye un examen oficial de idioma (nivel B1) y hasta tres años de residencia en territorio italiano. Esta decisión se da en un contexto de creciente número de solicitudes desde América latina: según datos oficiales, hubo un aumento del 40% en los últimos diez años, con la Argentina y Brasil como principales países solicitantes.
Antonio Tajani, ministro de Asuntos Exteriores, justificó la medida asegurando que "ser italiano no puede convertirse en una formalidad", en alusión al uso instrumental de la ciudadanía para emigrar a Europa.
España también pone condiciones: estas son las nuevas restricciones
España, por su parte, está aplicando una política similar. Según el Ministerio de Justicia, se revisarán los casos de quienes hayan obtenido la nacionalidad por residencia, opción o carta de naturaleza. Las nuevas condiciones contemplan que pueden perderla quienes:
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Usen durante tres años su anterior nacionalidad, si habían renunciado a ella al nacionalizarse.
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Presten servicio militar o acepten un cargo político en otro país sin permiso del Gobierno español.
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Sean condenados por falsedad, ocultación o fraude durante el proceso de nacionalización.
Una medida que genera especial alarma es la que afecta a españoles nacidos en el extranjero, hijos de españoles también nacidos fuera del país. Estos ciudadanos deben declarar su voluntad de conservar la nacionalidad entre los 18 y 21 años, o la perderán automáticamente.
Cómo afectará esto a quienes tienen doble nacionalidad en América latina
Con estas medidas, miles de personas en la Argentina, México, Uruguay, Venezuela o Colombia podrían quedar fuera del sistema de doble nacionalidad si no cumplen con los nuevos requisitos. Para muchos, el pasaporte europeo no solo es un símbolo de identidad familiar, sino también una herramienta para acceder al mercado laboral, estudiar en Europa o buscar mejores condiciones de vida.
Estas políticas marcan un cambio de paradigma: la ciudadanía ya no será simplemente heredada, sino que deberá ser respaldada con acciones y vínculos concretos. La Unión Europea, en su conjunto, parece avanzar hacia un modelo más restrictivo, donde la nacionalidad se entiende como una relación viva con el Estado y no como un legado distante.
Para quienes tienen la doble ciudadanía o están en proceso de obtenerla, es momento de revisar los requisitos, actualizar documentación y, sobre todo, mantener vivo el vínculo con el país de origen. De lo contrario, el riesgo de perder derechos adquiridos se vuelve más real que nunca.