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Conservar bien los alimentos es una práctica diaria que puede marcar la diferencia entre comer seguro y desperdiciar comida. Luis Zamora, nutricionista reconocido, detalla cómo aplicar la regla del 4x4 para manejar los alimentos y asegurarnos de que se mantengan en buen estado.

Durante su participación en el programa de radio Atrévete y en su cuenta de Instagram, el profesional explicó cómo este método te puede facilitar el manejo de los alimentos en tu día a día.

Consejos del nutricionista Luis Zamora: ¿qué es la regla del 4x4?

Luis Zamora explicó un método fácil para recordar cuánto tiempo y a qué temperatura deben conservarse los alimentos. La regla del 4x4 consiste en "cuatro horas a más de cuatro grados", lo que significa que si un alimento ha estado más de cuatro horas a una temperatura superior a cuatro grados centígrados, es momento de prestar atención y posiblemente descartarlo.

El nutricionista advierte que algunos productos son especialmente perecederos y no merece la pena correr riesgos cuando, por ejemplo, se corta la luz durante varias horas:

  • Carnes crudas y pescados

  • Frutas y verduras cortadas o preparadas para consumir (como las ensaladas listas para comer)

  • Huevos, debido a la condensación que puede atraer bacterias como la salmonela

  • Sobras de comida en tuppers

  • Quesos frescos, como el tipo Burgos o quesos blandos

  • Bricks abiertos (leche, zumo, etc.)

Según Zamora, estos alimentos pueden volverse peligrosos para la salud si superan ese límite de tiempo y temperatura.

¿Qué alimentos podemos conservar sin problema?

No todo está perdido, y existen excepciones para evitar desperdiciar comida innecesariamente. Luis Zamora señala que se pueden conservar sin problema:

  • Bricks cerrados

  • Encurtidos, gracias a su contenido ácido que los conserva bien

  • Mermeladas, salvo indicación contraria en el envase

  • Frutas y verduras enteras

  • Yogures (aunque pierden su efecto probiótico si han estado varias horas fuera de la nevera)

Sobre los yogures, el nutricionista aconseja no fiarse solo del olor para decidir si están en buen estado, pero aclara que si huelen mal, es mejor no consumirlos.