A lo largo de los años, los descubrimientos arqueológicos han revelado fascinantes detalles sobre los primeros pasos de la humanidad en la creación de calzado.
En un hito reciente, un equipo multidisciplinario de investigadores ha hecho un descubrimiento excepcional en la cueva de los Murciélagos de Albuñol, en Granada.
Este hallazgo incluye una notable colección de esparto, datadas entre los años 7500 y 4200 a.C., elaboradas por grupos de cazadores-recolectores durante el Neolítico temprano.
Descubrimiento dentro de una cueva de murciélagos
Situada en la costa granadina y cercana a Sierra Nevada, la cueva de los Murciélagos se ha destacado no solo por la singular conservación de materiales orgánicos en su interior, debido a la completa falta de humedad, como también por su importancia arqueológica como uno de los principalesyacimientos del Neolítico en la península ibérica.
Descubierta inicialmente en 1831 por Juan Martín, quien encontró una gran cantidad de excrementos de murciélago en su interior, la cueva atrajo la atención de investigadores más de cuarenta años después.
Durante la explotación minera se descubrieron cuerpos parcialmente momificados y diversos elementos, incluidos punzones de hueso, puntas de flecha y herramientas de piedra. De los cuerpos encontrados tan solo se conserva el cráneo de un niño en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid.
Entre estos hallazgos, destacan los restos de cestas y aproximadamente veinte sandalias de esparto, que han sido objeto de estudio en este reciente trabajo publicado en la revista Science Advances.
¿Cómo son las primeras sandalias de la humanidad?
Se realizaron varias investigaciones en la cueva de los murciélagos, y en una muy reciente se descubrió que la cestería y las sandalias de Albuñol son las más antiguas del sur de Europa. Se trata de una elaboración por las primeras comunidades de agricultores del Neolítico, según National Geographic.
Los resultados revelan que estos objetos fueron elaborados por grupos de cazadores-recolectores que poblaban la zona.