La majestuosa Catedral de San Antolín en Palencia no deja de sorprender. Bajo su suelo gótico aún late la memoria de la Edad Media, en forma de miles de fragmentos óseos que salieron a la luz durante las reformas en 2023.
Lo que comenzó como simples obras de restauración inspiradas en la campaña del 1,5% Cultural ha derivado en un hallazgo arqueológico que no tiene igual.
En la cripta prerrománica de la capilla de San Isidro, se ha detectado un osario con entre 10.000 y 20.000 huesos humanos datados entre los siglos XII y XV, los cuales no tienen conexión anatómica aparente.
Un osario que desafía el tiempo y la arqueología
Este volumen monumental de restos óseos aparece como un "amasijo de huesos" depositados con respeto funerario durante las obras de nivelación de la catedral, según indicó el arqueólogo Arturo Balado en una entrevista a Diario Palentino.
La cripta, escondida durante siglos bajo la capilla de San Isidro, conecta con el antiguo hospital de San Bernabé, un posible vínculo que promete reescribir la historia del templo.
Desde junio de 2025, un equipo internacional -coordinado por el Cabildo Catedralicio y la empresa ADITU Arqueología, con apoyo de la Universidad de Oxford y 12 estudiantes de EE.UU., Reino Unido, Canadá y Malasia- analiza estos huesos.
El objetivo es estudiar entre 10.000 y 20.000 fragmentos en sólo tres semanas, analizando una media de 1000-2000 al día, un reto logístico sin precedentes.
La ciencia hablando a través de los huesos
Este estudio osteoarqueológico busca arrojar luz sobre la población palentina medieval. Aunque los restos no permiten estudios individuales, sí ofrecen valiosa información sobre patrones de edad, sexo, salud o posibles patologías.
Los huesos serán comparados con otro osario de Roncesvalles para contextualizar mejor este hallazgo. Ante la magnitud del descubrimiento, se prevé una segunda fase de investigación para profundizar en el análisis.
Que sucederá con los restos encontrados
Una vez concluido el estudio, se plantea reubicar los huesos en un contexto funerario apropiado dentro de la catedral, devolviéndolos a su lugar de origen o destinándolos a un espacio sagrado.
El proyecto ha situado a Palencia en el epicentro de la arqueología medieval y ha creado un laboratorio internacional para estudiantes, dotándoles de experiencia directa en osteología avanzada.
Esto también representa una oportunidad para revalorizar la catedral y atraer a un nuevo tipo de turismo científico que potencie la economía local.
Historia bajo los cimientos y legado para el futuro
Este hallazgo evidencia que la Catedral de San Antolín no solo es una joya arquitectónica, sino también un depósito vivo de memoria medieval. Lo encontrado en la cripta prerrománica aporta piezas esenciales para entender la evolución urbana y litúrgica de Palencia.
En esta fase, se descifran patrones sociales, demográficos y de salud de la Palencia medieval. Y el futuro augura un espacio donde estos restos no solo descansarán en paz, sino que formarán parte de la formación de nuevos expertos, investigadores y visitantes científicos.
Una catedral que habla desde sus cimientos, cuyas voces silenciosas -repreentadas por 10.000 huesos- ya escriben un nuevo capítulo de la historia palentina.