

Tener macetas es una costumbre que además de decorar los distintos espacios de nuestros hogares, tanto interiores como exteriores, representan una alternativa ideal, especialmente para aquellasplantas que no pueden sembrarse directamente en la tierra.
En ese contexto, con el objetivo deeliminar las plagas de insectos en las plantas de nuestras casas, los expertos han recomendado distintas soluciones. Sin embargo, hay una que consiste en colocar un objeto de uso cotidiano en las macetas. Se trata de un truco simple y ecológico puede ayudarte a librarte de huéspedes indeseados y nocivos para el jardín.
Según la Food and Agriculture Organization(FAO), las plagas y enfermedades de las plantas son causadas por seres vivos: insectos, hongos y bacterias. Generalmente no pueden sobrevivir sin un lugar adecuado.
Jardinería: cuáles son las plagas y enfermedades comunes en las plantas

Según la FAO, entre las afecciones de las plantas se pueden encontrar las siguientes condiciones:
Insectos
Los insectos pueden ser vistos en las plantas o en el suelo. Dañan las plantas al masticar las hojas; la raíz o el fruto al chupar la savia de las hojas, el tronco o el fruto. No todos los insectos son plagas, algunos (por ejemplo las abejas) polinizan las flores ayudando a que el cultivo tenga frutos y semillas.
Hongos
Los hongos son muy pequeños y atacan cualquier parte de la planta. Un signo de la presencia de hongos puede ser una substancia polvorosa debajo de las hojas, manchas de podrido, puntos negros en el tallo, hojas y fruto marchitos por podrido de raíz. Asimismo, se propagan a través de la lluvia cuando salpica las hojas con la tierra, o pueden ser llevados por el viento de una planta a otra.
Bacterias y los virus
Las bacterias y los virus sólo pueden ser vistos al microscopio. Producen podrido en raíces y tallos, exudados de savia, hojas torcidas o rayadas con franjas, manchas negras y otros síntomas. Se propagan por el agua, el suelo y las plantas infectadas.
Solución para plagas: cómo eliminarlas de las plantas
Una solución fácil y ecológica que proponen los especialistas, consiste en: reutilizar corchos de botellas de vino, y aplicarlas en las macetas. Es una práctica cada vez más popular entre jardineros que buscan alternativas sostenibles y efectivas para proteger sus plantas.

Al integrarlos troceados al sustrato o colocarlos sobre la superficie de la tierra, se mejora el drenaje, se regula la humedad y se favorece la aireación del suelo.
Estas condiciones reducen considerablemente la aparición de organismos nocivos, como pulgones, hongos u otros bichos diminutos que suelen proliferar en ambientes excesivamente húmedos.
El corcho, fabricado a partir de la corteza del alcornoque, posee propiedades naturales que benefician la salud del suelo. Su estructura porosa permite mantener un equilibrio adecuado entre la retención de agua y la oxigenación, dificultando así la reproducción de parásitos que atacan raíces y hojas.













