

Elon Musk, uno de los personajes más influyentes y polarizantes de la actualidad, ha vuelto a estar en el centro de la polémica, esta vez no por sus decisiones empresariales al frente de Tesla o SpaceX, ni por sus controvertidas posturas políticas, sino por los conflictos generados con sus vecinos en un exclusivo barrio residencial de Texas.
La mansión de Elon Musk en West Lake Hills
En 2022, Elon Musk adquirió una mansión valorada en seis millones de dólares en el acomodado vecindario de West Lake Hills, en Austin, Texas. La propiedad, que cuenta con seis habitaciones, no tardó en captar la atención de los residentes locales por las medidas extremas de seguridad que implementó desde su llegada.

Sin previo aviso ni autorización urbanística, Musk instaló una cerca alambrada de cinco metros de altura, una imponente puerta metálica y un sistema de videovigilancia compuesto por múltiples cámaras orientadas hacia el exterior. Estas decisiones encendieron la alarma entre los vecinos, quienes consideraron excesivas e invasivas las medidas tomadas por el dueño de Tesla.
Según relató el diario estadounidense The New York Times, estas acciones convirtieron la vivienda en una especie de fortaleza, generando una creciente sensación de incomodidad entre los residentes.
Uno de los vecinos más críticos ha sido Paul Hemmer, exagente inmobiliario jubilado y propietario de un Tesla, quien vive justo al otro lado de la calle. Hemmer se refirió irónicamente a la casa de Musk como "Fort Knox", en alusión al famoso depósito militar estadounidense, debido al aspecto defensivo que ha adquirido la propiedad.

Elon Musk y las tensiones vecinales en su nueva casa
Lejos de mejorar, la relación entre Elon Musk y los vecinos del barrio se ha deteriorado con el tiempo. El propio Paul Hemmer ha sido protagonista de varios desencuentros con el equipo de seguridad del magnate. Como explicó al New York Times, en su intento por verificar posibles infracciones urbanísticas cometidas por Musk, comenzó a volar drones sobre la propiedad.
La reacción del equipo de seguridad del empresario no se hizo esperar: lo denunciaron alegando que había sido visto desnudo en la calle, cuando, según aclaró Hemmer, simplemente estaba en ropa interior dentro de su propia parcela.
Además, el vecino relató otro momento embarazoso captado por las cámaras de videovigilancia de Musk. En esa ocasión fue grabado mientras orinaba, lo cual le generó gran malestar. "Me captaron. (...) Da miedo que tengan a gente sentada mirándome mientras orino", declaró con preocupación.












