

La localidad de Puebla de Vícar, en Almería, se ha convertido en el foco de atención nacional tras la detención de un hombre de 42 años que almacenaba un arsenal químico de gran peligrosidad en el garaje de su casa.
La operación, denominada "Pebels", se saldó con la incautación de más de 150 kilos de sustancias utilizadas para la fabricación ilegal de explosivos y pirotecnia de alto poder destructivo. Aunque las investigaciones preliminares indican que no había intención criminal concreta, las autoridades no minimizan el riesgo potencial de este hallazgo.
Durante el registro, la Guardia Civil descubrió 82 kilos de precursores explosivos, otros 69 kilos de productos químicos adicionales, 100 metros de mecha, 200 cerillas eléctricas y 28 artefactos pirotécnicos fabricados de forma artesanal. Según la Dirección General de la Guardia Civil, con estos elementos se podían producir mezclas tan peligrosas como cloratita, pólvora o incluso "termita", una sustancia incendiaria de alto impacto.
El subdelegado del Gobierno en Almería, José María Martín, advirtió que se trató de "una situación muy peligrosa para la seguridad ciudadana" y elogió la labor de las fuerzas de seguridad. "Tenemos la suerte de disponer en nuestro país de unas fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado de una profesionalidad incuestionable", afirmó en declaraciones a la prensa.

Operación Pebels en Almería: explosivos caseros y compras en la red
La operación se inició tras una investigación paralela en la provincia de Sevilla, donde se detectó un patrón similar: compras de sustancias químicas por internet, especialmente a proveedores en países del Este.
La legislación de la Unión Europea prohíbe la venta de ciertos precursores explosivos a particulares, por lo que el detenido habría esquivado esta restricción mediante proveedores extranjeros.
"Estamos ante una cuestión que evidentemente nos preocupa", expresó el subdelegado Martín, aludiendo al riesgo de desvío de estas sustancias hacia fines terroristas. El arsenal descubierto incluía materiales cuyo uso está fuertemente regulado en España, y cuya adquisición legal solo es posible con una licencia especial otorgada por el Ministerio del Interior a través del CITCO (Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado).
Los investigadores apuntan que el hombre actuaba de forma individual, sin vínculos con organizaciones delictivas, pero esto no elimina el potencial destructivo del material hallado. Según fuentes cercanas al caso, "experimentaba con estos productos", aunque la manipulación y almacenamiento de estas sustancias entraña un alto riesgo incluso sin intenciones criminales.
Una de las mayores incautaciones de explosivos en España
El operativo de la Guardia Civil en Vícar representa una de las mayores incautaciones de productos explosivos en territorio español, solo comparable con el hallazgo de marzo de 2023 en Montmajor (Barcelona), donde se desmanteló un taller clandestino con casi 500 kilos de material explosivo.
La Guardia Civil insiste en que este tipo de sustancias no solo son peligrosas por sí mismas, sino por su potencial uso en atentados o acciones violentas."Su comercio, adquisición, tenencia y uso están rigurosamente controlados para evitar su desvío a fines ilícitos, violentos o terroristas", subraya el comunicado oficial.
La investigación sigue abierta y no se descartan nuevas actuaciones relacionadas. Mientras tanto, las autoridades destacan la importancia del trabajo de inteligencia y del control riguroso sobre los precursores químicos, en un contexto europeo donde la amenaza de actos violentos sigue latente.













