En los últimos años tener mascotas en el hogar se ha convertido en una parte central de las familias, tanto de España como del resto de Europa. Los perros y gatos ya no son sólo animales de compañía sino miembros de la familia para millones de personas.
Ahora ese vínculo podría enfrentarse a nuevas reglas. La Unión Europea (UE) ha acordado una normativa que impondrá obligaciones estrictas a los dueños de perros y gatos en todos los Estados miembro.
Qué implica la nueva normativa europea
El pasado 25 de noviembre de 2025 el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea alcanzaron un acuerdo provisional que establece por primera vez normas comunes de bienestar y trazabilidad para perros y gatos en la UE.
Entre las medidas más relevantes destaca la obligación de que todos los perros y gatos estén identificados individualmente mediante microchip y registrados en bases de datos nacionales interoperables. Esto afectará tanto a mascotas nuevas como a las que ya vivan en hogares.
También se impondrán controles rigurosos sobre la cría, venta, adopción y traslado de estos animales. Está prohibido que vendedores, criadores o refugios entreguen mascotas sin que estén debidamente registradas.
Qué cambios concretos afrontan los dueños de mascotas
Para quienes ya tienen perros o gatos en casa las reglas podrían ser exigentes. Los propietarios particulares tendrán un plazo de hasta 10 años para perros y 15 años para gatos para cumplir con la obligación de registro y microchip.
Los criadores, tiendas o refugios deberán adaptarse mucho antes: en un plazo de 4 años tras la entrada en vigor de la norma.
Además hay nuevas limitaciones a la reproducción: se prohíbe la cría entre parientes directos, se limita el número de camadas por hembra, y se vetan los cruces que generen características físicas extremas susceptibles de generar problemas de salud.
También se establecen estándares de bienestar: condiciones adecuadas de alojamiento, acceso a espacio exterior o paseos diarios para perros mayores de ocho semanas, alimentación correcta, agua limpia y cuidados veterinarios.
Qué supone esto para España y los propietarios particulares
En países como España muchos dueños ya cumplen requisitos similares gracias a normativas nacionales. Por ejemplo la Ley 7/2023 de protección animal ya exigía microchip para muchas mascotas.
Para esos propietarios el impacto podría ser menor. Pero quienes aún no han registrado o identificado a sus mascotas tienen ahora un motivo urgente para hacerlo. Además con la nueva regulación se endurece el control sobre adopciones, ventas y movimientos de animales entre países, lo que complicará los procedimientos.
Para criadores, tiendas o refugios la norma supone un cambio importante: deberán adaptarse a un marco regulatorio más estricto en un plazo relativamente breve, lo cual implica inversión en sistemas de identificación, registro y control de los animales.
Por qué la UE impulsa esta ley ahora
El acuerdo tiene su origen en la preocupación por el creciente comercio ilegal de mascotas, la cría irresponsable y los malos tratos a animales. La normativa busca garantizar que los perros y gatos reciban un trato digno, que su procedencia se conozca y que su bienestar esté protegido.
Además la ley armoniza criterios en los 27 Estados miembro de la UE. Hasta ahora cada país tenía regulaciones propias, lo que dificultaba controlar la cría, la venta y los traslados. Con este marco común la Unión aspira a poner fin a prácticas abusivas y a mejorar la trazabilidad de los animales.
Este cambio también puede tener un impacto social: promueve una visión más responsable de la tenencia de mascotas, entiende a los animales como seres con derechos propios y no como meros objetos, y busca prevenir el abandono, el maltrato y el tráfico ilegal.