"Fue muerte súbita. Va a haber un parte oficial‘, señaló escuetamente Luis Buonomo, médico personal del ex presidente Néstor Kirchner.

Otra vez, en menos de un mes los argentinos escuchaban esa palabra. Poco antes había estado relacionada con el inesperado fallecimiento de la joven actriz Romina Yan.

El parte oficial, publicado más tarde por la página de Presidencia de la Nación, precisó que el ex mandatario murió a los 60 años luego de haber sido internado de urgencia a la madrugada en el hospital Formenti de Calafate por una afección cardiaca aguda.

La presidenta Cristina Fernández se encontraba junto a su esposo cuando éste se descompuso y fue trasladado de urgencia al hospital municipal de esa ciudad patagónica.

En febrero de este año, el esposo de la Presidenta fue sometido de urgencia a una cirugía de alta complejidad por una obstrucción en la arteria carótida. La intervención se realizó en el sanatorio porteño de Los Arcos.

El 11 de septiembre último, el ex mandatario había sido sometido a una angioplastía por una obstrucción en una arteria coronaria en el mismo sanatorio.

Como en cada faceta de su vida, Kirchner también se salía del protocolo médico y lejos del reposo y los cuidados prefería reinsertarse en sus actividades diarias apenas superados los inconvenientes de salud. Un ejemplo de ellos fueron las efímeras 48 horas que los médicos lograron mantenerlo bajo sus cuidados en su última internación.

Poco después embarcó hacia Nueva York, donde acompañó a la presidenta Cristina Fernández en su gira por ese país y aprovechó para reencontrarse con su hija Florencia, lejos la preferida de su padre, quien se encontraba estudiando en los Estados Unidos.

Un hombre sin dudas difícil de manejar en la arena política y un paciente duro para cualquier médico.

Qué es la muerte súbita

Más relacionada en el imaginario popular con la muerte de los lactantes y recién nacidos, la muerte súbita es causa de muerte del 10% de los fallecimientos en la Argentina.

Su alcance va más allá de las personas con antecedentes cardíacos, aunque los números sean más que elocuentes cuando muestran que el 95% de los mayores de 60 años muere por esta causa.

Los especialistas explican que el corazón del paciente se interrumpe bruscamente perdiendo así la capacidad de bombear sangre al cerebro y el resto del organismo, lo que desencadena una muerte rápida y, en la mayoría de los casos, absolutamente inevitable para el cuerpo médico que busca asistir al paciente.

La Sociedad Norteamericana de Electrofisiología y Estimulación aclara que la muerte súbita ‘no es lo mismo que un ataque cardíaco. El ataque cardiaco, o infarto de miocardio es una condición en la que parte del músculo cardiaco muere por falta de irrigación - la zona de músculo cardiaco muerto se llama ‘infarto.‘ El ataque cardiaco es un ‘problema de tuberías‘ y es generalmente causado por una obstrucción en los vasos sanguíneos - (como una tubería tapada) - que corta la circulación al corazón. Muerte Cardiaca súbita, por otro lado, es un ‘problema eléctrico‘ del corazón‘.

"Sin aviso, las señales eléctricas que controlan el bombeo de los ventrículos del corazón, se vuelven rápidas y caóticas. La contracción rítmica de los ventrículos desaparece, y el corazón no puede bombear sangre al resto del cuerpo. El cerebro no recibe oxígeno, y la persona pierde el conocimiento en segundos, Si no hay ayuda de emergencia el individuo muere en minutos", precisa la entidad en un estudio sobre el tema.

En el grupo de riesgo figuran las personas que han tenido un infarto y los especialistas recomiendan una serie de chequeos que incluyen electrocardiogramas, holters y estudios de tipo electrofisiológicos.

A la hora de la prevención se recomienda mejorar el estilo de vida del paciente y entre las recomendaciones figuran el dejar de fumar, ejercitarse, evitar el stress, controlar el peso y llevar adelante una dieta saludable lejos del stress. Casi un imposible para Néstor Kirchner.