Tras presentar su renuncia a la Secretaría de Comercio de la Nación, desde agosto, Esteban Marzorati desembarcó como director adjunto en la Dirección General de Aduana (DGA). La designación se concretó días atrás, luego de la victoria electoral que anotó el Gobierno en las elecciones primarias, sin embargo, el funcionario ya se mostraba activo en encuentros empresariales desde semanas previas. Desde el organismo que lidera Juan Pazo, aseguran que Marzorati aportará a la gestión diaria de la Aduana una mirada puesta en “profundizar la simplificación”, además de “potenciar la gestión de firma de convenios con otros países”. El exfuncionario fue la mano derecha de Pablo Lavigne, ministro coordinador de Producción y Comercio desde el inicio de la gestión liberal; ambos fueron parte del gabinete de Mauricio Macri. El arribo del ex secretario de comercio con fuerte arraigo en el sector de comercio internacional generó expectativa en los referentes de la actividad privada que ven en la gestión de la Aduana una pata clave para mejorar la competitividad de las exportaciones. “Son los únicos que están haciendo algo para bajar costos logísticos, los de llegada a los puertos, los de las termina portuarias, que tienen una posición dominante en el transporte de contenedores”, dijo un referente de la mesa industrial nacional a este medio. El nombramiento de Marzorati al amparo de “Toto” Caputo, suma a la interna en el edificio de Azopardo 350 entre quienes se identifican con el macrismo y los marcados como alfiles de Santiago Caputo: Andrés Vélis, titular de la DGA y Andrés Vázquez a cargo de la Dirección General Impositiva (DGI). Aunque en los pasillos de la Aduana buscan apaciguar el confrontamiento, el rango de director “adjunto” que recibió Marzorati a través de la Disposición 225/2025 con el objetivo de “optimizar el cumplimiento” de las funciones de la DGA abre interrogantes. En octubre, el ahora director adjunto de la DGA fue parte de la comitiva oficial que viajó a Santa Fe para participar en un encuentro con las autoridades de la Bolsa de Comercio de Rosario. La actividad, en el marco del fortalecimiento del diálogo público – privado fue encabezada por Pazo, Lavigne y Federico Furiase, director del Banco Central de la República Argentina. Desde que se conoció el nuevo rol que ocupará el funcionario que fue un actor central de la desregulación del comercio, referentes de distintos sectores productivos piden cita. Días atrás, ante el enuncio de baja de aranceles a las importaciones, la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ) expresó que espera iniciar una agenda de trabajo conjunta con el “flamante director adjunto de Aduana, Esteban Marzorati” para abordar temas de control. Fuentes de la industria indicaron que el nombramiento es clave por la articulación entre la desburocratización que lleva adelante el Gobierno y la problemática de la actividad real. “La regulación del comercio debe encontrar un equilibrio”, explicó el empresario y dijo que “años atrás se sobredimensionó el control para frenar la actividad, pero ahora se llegó al extremo de no revisar nada”.