

El Gobierno consideró hoy como “ilegal” el referendo que harán en marzo los habitantes en las Malvinas y rechazó el “pensamiento colonial” de los kelpers y el Reino Unido, que expresó su “preocupación por la conducta” de la Casa Rosada hacia los isleños.
Un día después de producirse un nuevo cruce entre Buenos Aires y Londres, ahora por una reunión que el Gobierno pretendía sea bilateral y que Gran Bretaña buscaba ampliar a tres bandas, con presencia de funcionarios de Malvinas, el canciller Héctor Timerman rechazó la postura de la administración de David Cameron, a la que acusó de “condicionar” el diálogo.
“Con el Reino Unido trabajamos en infinidad de temas, pero evidentemente la política con la Argentina de este gobierno conservador es la de la legalidad colonial, o el derecho colonial”, fustigó el titular del Palacio San Martín en declaraciones al canal C5N.
Timerman reiteró su negativa a participar en Londres de un encuentro la semana próxima con consejeros malvinenses: “Me pusieron una condición sine qua non y un ultimátum, diciendo que tenía que contestar antes del 24 de enero, y les dijimos que no correspondía”.
“Las relaciones son bilaterales, entre el Reino Unido y la Argentina, y las llevan adelante los cancilleres, es lo que ocurre en todas las democracias del mundo”, subrayó.
Desde Londres, un vocero del Foreign Office, la Cancillería británica, dijo que tomaban “nota de que Timerman rechazó públicamente el ofrecimiento de su par británico (William Hague) de mantener una reunión cuando se encuentre en el Reino Unido”.
Y advirtió que “continúa preocupando la conducta del Gobierno argentino respecto de los isleños”, cuya participación en un encuentro defendió.
“Es justo y apropiado que ellos participen de la reunión relativa a las Islas. Esto lo hemos manifestado claramente al Gobierno argentino en recientes intercambios, y el ofrecimiento del Canciller británico de concertar una reunión bajo estos términos se mantiene vigente”, añadió.













