"Si me pasa algo, no miren a Oriente, miren al Norte", fue la dura acusación que hizo la presidenta Cristina Kirchner a la administración de Barack Obama, país al que en el último tiempo el Gobierno argentino criticó por su postura en relación a los fondos buitre.

Pasaron más de 48 horas y el Gobierno estadounidense no había hecho referencia sobre estas acusaciones, hasta que corresponsales argentinos en Washington les consultaron a los voceros del Departamento de Estado.

"Las expresiones de la presidenta son tan inverosímiles que no se pueden tomar en serio", aseguraron los funcionarios estadounidenses, citados por el diario La Nación.

Los voceros del Departamento de Estado minimizaron también el contenido del mensaje que emitió la Embajada norteamericana en Buenos Aires para los ciudadanos de ese país en Argentina, y aseguró que ese tipo de misivas son "de rutina".