Tras semanas de trascendidos, finalmente el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, confirmó que mantuvo una charla telefónica con su par de Venezuela, Nicolás Maduro, que podría ser la antesala de una reunión bilateral.
The New York Times reveló que la conversación, que recién tomó estado público hoy, tuvo lugar durante la primera semana de noviembre, y cobra significativa trascendencia en el marco de la escalada de tensiones entre Washington y Caracas.
Según el periódico estadounidense, las conversaciones directas entre Trump y Maduro podrían ser indicio de que hay una negociación entre las partes, ya sea para que este último acepte una salida del poder o para que la administración Trump cese o modere su ofensiva reciente.
La confirmación llegó de manera informal, a bordo del Air Force One, cuando Trump respondió a los periodistas con su estilo característico. Consultado directamente sobre el contacto que medios venían insinuando desde hacía días, el mandatario estadounidense dijo: “No quiero hacer comentarios al respecto. La respuesta es sí”.
Sobre el tono de la conversación, Trump se mostró lacónico. “No diría que salió bien ni mal. Fue una llamada telefónica”, afirmó. Su gesto cerró una semana de especulaciones y validó lo que The New York Times y The Wall Street Journal habían informado: que el diálogo había tenido lugar a principios de noviembre y que incluso se había barajado la posibilidad de una futura reunión en territorio estadounidense.
La llamada, en la que participó también el secretario de Estado Marco Rubio, se produjo días antes de que entrara en vigor la designación de Maduro y el Cártel de los Soles como organización terrorista extranjera por parte del Departamento de Estado.
El gobierno de Trump asegura que su objetivo es disuadir el contrabando de drogas, pero también ha dejado claro que quiere que Maduro sea destituido del poder, posiblemente por la fuerza.
El senador republicano Markwayne Mullin reveló que Washington le dio a Maduro la oportunidad de abandonar el país. “Por cierto, le dimos a Maduro la oportunidad de irse”, dijo el legislador a la CNN. “Le dijimos que se podía ir a Rusia o a otro país”, agregó el integrante del Comité de las Fuerzas Armadas del Senado estadounidense.
La revelación del contacto telefónico coincidió con un endurecimiento de la retórica de Trump respecto de Venezuela. El sábado previo, Trump había publicado en Truth Social un mensaje en el que sostenía que el espacio aéreo “sobre Venezuela y sus alrededores” debía considerarse completamente “cerrado”. El mensaje, de tono inequívoco, fue interpretado inmediatamente como un posible anticipo de acciones militares.
“A todas las aerolíneas, pilotos, narcotraficantes y traficantes de personas: les rogamos que consideren que el espacio aéreo sobre Venezuela y sus alrededores permanecerá cerrado en su totalidad”, advirtió el presidente estadounidense.
En Venezuela, donde el gobierno de Maduro enfrenta desde hace meses un aumento de actividades militares estadounidenses en el Caribe, la declaración disparó versiones de una inminente operación.
Desde Caracas, las respuestas oficiales fueron medidas. Ni Maduro ni sus principales colaboradores se pronunciaron sobre la llamada telefónica. Consultado durante una conferencia de prensa, Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional, se limitó a afirmar que el asunto “no era el tema del día”.
Por su parte, Maduro denunció ante la segunda conferencia ministerial 2025 de la alianza OPEP+, liderada por Arabia Saudí y Rusia, que Estados Unidos busca apoderarse de las reservas petroleras de su país. A través de una carta firmada por el mandatario venezolano y publicada por su vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, el Ejecutivo acusó a Washington de pretender tomar las reservas “por medio del uso de la fuerza militar letal contra el territorio, el pueblo y las instituciones del país”.
“Esta pretensión no solo contraría las disposiciones que rigen la convivencia pacífica entre las naciones, sino que, además, pone en grave peligro la estabilidad de la producción petrolera venezolana y el mercado internacional”, agregó el escrito.
El gobierno venezolano también denunció ante la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) la “violación de su soberanía” tras la advertencia de Trump sobre el cierre del espacio aéreo.
Más allá de las declaraciones cruzadas, el cruce deja en evidencia que la administración Trump combina un endurecimiento militar cada vez más visible con insinuaciones de que aún existe margen para la diplomacia. La llamada entre ambos mandatarios sugeriría que, pese a la retórica agresiva, Washington mantendría canales de comunicación abiertos con Caracas en un momento de máxima tensión bilateral.
De qué hablaron Trump y Maduro
La llamada, que incluyó al secretario de Estado Marco Rubio, se produjo días antes de que entrara en vigor la designación de Maduro y el Cartel de los Soles como una organización terrorista extranjera por parte del Departamento de Estado de la administración Trump.
El gobierno de Trump asegura que su objetivo es disuadir el contrabando de drogas, pero también han dejado claro que quieren que Maduro sea destituido del poder, posiblemente por la fuerza.
Por su parte, Maduro denunció este domingo ante la segunda conferencia ministerial 2025 de la alianza OPEP+, liderada por Arabia Saudí y Rusia, que Estados Unidos busca apoderarse de las reservas petroleras de su país, al mantener un despliegue militar en el mar Caribe, bajo el argumento de combatir el narcotráfico.
A través de una carta, firmada por Maduro y publicada y por su vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, el Ejecutivo venezolano acusó a Estados Unidos de buscar apoderarse de las reservas petroleras, por medio “del uso de la fuerza militar letal contra el territorio, el pueblo y las instituciones del país”.
“Esta pretensión no solo contraría las disposiciones que rigen la convivencia pacífica entre las naciones, sino que, además, pone en grave peligro la estabilidad de la producción petrolera venezolana y el mercado internacional”, agregó el escrito venezolano.