La designación de Cecilia Nahón como embajadora de la Argentina ante EE.UU. trajo sorpresa en el mundo diplomático. Al igual que el alejamiento de Jorge Arguello de su cargo, una figura que tomó fuerte protagonismo en medio de la pelea del Gobierno con los fondos buitres.
Pero ahora se podría abrir una nueva etapa en las relaciones entre La Casa Rosa y la Casa Blanca: Nahón es una economista de La Cámpora, quien actualmente ocupa la Secretaría de Relaciones Económicas Internacionales de Cancillería, un cargo que perdió peso en las negociaciones comerciales externas de la Argentina, hoy en manos de la dupla Beatriz Paglieri-Guillermo Moreno.
Un dato no menor: la nueva embajadora es amiga personal y madrina de uno de los hijos de Axel Kicillof, el funcionario estrella de Cristina Kirchner.
Al igual que Kicillof, Nahón, de 38 años, es egresada del Colegio Nacional de Buenos Aires. Y tras finalizar la secundaria, como su amigo, cursó la carrera de Economía en la UBA, donde juntos fundaron la agrupación estudiantil Tontos pero no Tanto (TNT). Fue en el transcurso de esos años que plasmaron su primer proyecto conjunto, el Centro de Estudios para el Desarrollo Argentino (Cenda), un semillero del que salieron los colaboradores de Kicillof que poco a poco van cubriendo espacios en la administración pública nacional.
Más estudios completan el Curriculum Vitae de la flamante embajadora: tiene un máster en Desarrollo de la London School of Economics- y de trabajo. Además, formó parte del staff de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), donde se convirtió en discípula del economista y ahora director de YPF, Eduardo Basualdo. Ejerció la docencia en la Universidad de Quilmes y fue becaria del Conicet. En el mundo empresarial trabajó como analista de planeamiento estratégico del Grupo IRSA. Luego llegaría a la administración pública donde actualemente se desempeña.
La vida persona de la funcionaria también está marcada por línea kirchnerista: está casa con Sergio García Gómez, gerente en Aerolíneas Argentinas y tiene dos hijos.
En el plano profesional, ascendió un nuevo escalón en la última cumbre del G-20, en México. Allí, la joven actuó como sherpa de la misma Presidenta. El término proviene del tibetano sharpa y es utilizado en un pueblo de Nepal para denominar a quienes ofician de guías en las expediciones al Himalaya.
En ese escenario, la funcionaria tuvo que salir al cruce de la ofensiva que varios países desarrollados (incluido al anfitrión) habían lanzado contra el proteccionismo argentino en la Organización Mundial de Comercio (OMC).