OCA, la principal empresa de correo postal privada de la Argentina, se encuentra atravesando una situación complicada con la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
La compañía, actualmente propiedad del Grupo RHUO, tiene las cuentas embargadas por el ente recaudador que dirige Alberto Abad.
La decisión habría sido tomada por el organismo tras haber enviado varias intimaciones sin éxito. Si bien no se conoce el monto total de la deuda, El Cronista pudo saber que por estos días el embargo llega casi a los $ 60 millones. De hecho, en varios cheques emitidos por la compañía se pueden observar los sellos de rechazados por tener las cuentas embargadas debido a que no se puso al día con sus obligaciones tributarias.
Consultados por este medio, voceros de OCA admitieron la información pero evitaron hacer declaraciones, aunque otras fuentes del mercado aseguraron que la companía estaría llevando a cabo un proceso de blanqueo para cancelar la deuda con la AFIP.
La empresa es controlada por el dueño de RHUO, Patricio Farcuh, de cercanos lazos con el sindicalista Hugo Moyano y sus hijos. El Grupo RHUO también engloba a otras empresas como Guía Laboral; Pertenecer; Slam; GPS Servicios; Oxford Partners; Executive Education; Iron Security y Planobra. El ingreso de OCA los convirtió, según un comunicado de RHUO, “en el grupo empresario de capitales privados nacionales que brinda más puestos de trabajo en el país, con más de 25.000 empleados. OCA tiene hoy 150 sucursales, 2800 agentes oficiales a nivel nacional, 7000 empleados y una flota de vehículos de 1.000 unidades.
De acuerdo a las fuentes privadas, la deuda reclamada por AFIP sería íntegramente tributaria y no previsional y por eso el caso estaría bajo el secreto fiscal que en estos casos siempre ordena mantener la Justicia. Es más. El procedimiento normal que lleva a cabo el organismo una vez que intimó el pago de la deuda es el de presentar una declaración de oficio ante un juzgado contencioso con el objetivo de lograr la autorización de un juez para proceder al embargo de las cuentas. De esta forma, la AFIP tiene la posibilidad de ir cancelando el monto reclamado a través de las cuentas bancarias que utilice la empresa. De hecho, el monto puede ir variando día a día precisamente en función del dinero que, por medio de esta vía, vaya recaudando el organismo.
De todos modos, en el mercado se sostiene que la deuda de OCA con la AFIP no sería de $ 59 millones sino que tendría un monto mucho más alto. De hecho, algunas fuentes privadas se animaron a comparar el caso con el reclamo hecho al empresario Cristóbal López por los $ 8000 millones que dejó de pagar por impuesto a los combustibles para financiar la expansión de su grupo en los últimos ocho años.
Ya el año pasado, en tiempos de Ricardo Echegaray, la Afip había presentado una denuncia similar contra OCA pero por $ 100 millones. En ese caso, la demanda fue por presunto fraude impositivo y previsional al sostener que la empresa postal utilizó una cooperativa como pantalla para contratar más de 700 trabajadores.
El caso quedó radicado en el Juzgado Federal Número 1 de la ciudad de Paraná, Entre Ríos, en el cual se investiga el presunto hecho de evasión de aportes y contribuciones, y en el Impuesto al Valor Agregado.
Según consta en la denuncia, la maniobra utilizada era la de tercerizar parte de su tarea de servicio postal contratando a la Cooperativa de Provisión de Servicios para Transportistas y Alianza Empresaria (CAEL) de Paraná, Entre Ríos, que era la que presuntamente brindaba el mencionado servicio postal, en forma exclusiva a favor de OCA.
En ese momento, junio de 2015, se llevó a cabo un allanamiento en el que se secuestró documentación que permitió acreditar que era OCA la que impartía las directivas de trabajo, la modalidad de reparto y, principalmente, el pago de los sueldos a los supuestos asociados de la cooperativa. Según la AFIP de Echegaray, “con esta modalidad la firma evadía la declaración y pago de los aportes y contribuciones con destino a la Seguridad Social correspondientes a esos trabajadores".
En la actualidad, OCA es propiedad del Grupo RHUO, una empresa dedicado a la gestión de recursos humanos que en diciembre de 2013 pagó u$s 40 millones para quedarse con el control de la mayor operadora postal privada del país. Su dueño, Patricio Farcuh, negoció la operación directamente con el anterior propietario de OCA, Alfredo Romero, que había comprado la empresa en 2008 al fondo Advent International que a su vez la había heredado del Exxel Group. El ejecutivo fue parte del grupo gerencial que adquirió la empresa sin abonar un centavo sino asumiendo y renegociando una deuda de u$s 280 millones con un grupo de bancos que administraban OCA. Hasta ese momento, la operadora postal se encontraba en concurso preventivo y en la década del ‘90 había cobrado fama de la mano de su propietario de entonces, Alfredo Yabrán.