Axel Kicillof, a pesar de haber conseguido la aprobación de un endeudamiento indispensable para continuar con su gestión, tiene por delante varios problemas de dificilísima resolución.
Es que no sólo el presidente Javier Milei lo eligió como contraparte de su discurso de ajuste y supuesta austeridad, sino que, además, tiene en el seno de Fuerza Patria a sus “primos” de La Cámpora, quienes se sienten mucho más cómodos acordando estrategias nacionales con Santiago Caputo y Eduardo “Lule” Menem que con el propio gobernador.
Para que se entienda, si el Gobierno Nacional -que ya le autorizó siete colocaciones de deuda al gobernador durante los dos años de su gestión- le retacea buena parte del nuevo financiamiento aprobado en la Legislatura bonaerense, el único monto que podrán recibir los intendentes del presupuesto son los $ 108.000 millones de pesos que se quedó el parlamento bonaerense para administrar a través de una comisión bicameral armada para tal fin.
Esa friolera de plata no está “atada” a la llegada de fondos frescos del endeudamiento, sino que corren por una partida aparte de las negociadas con el pretexto del financiamiento.
Por un lado, hay un monto cercano a los $250.000 millones de pesos que tendrían que llegar vía coparticipación provincial y otro por proyectos “especiales” aprobados por la Legislatura.
Esa comisión especial estará dominada por los legisladores que conducen Facundo Tignanelli, Alejandro Dichiara y Alexis Guerrera, en representación de Máximo Kirchner y Sergio Massa.
El otro problema de Kicillof es que en su afán de no quedar “rengo” durante los próximos años, ya que no podrá ser reelecto, sobreactúa la necesidad de conducir y tener mayoría en cada rincón de la administración pública. Por esto, cuestiones que no deberían haber tenido mayores inconvenientes, terminaron demorándose más de la cuenta, como el tema de los directores del BAPRO u otros organismos públicos.
El gobernador, desconfiado de por sí, tiene muchas veces la razón que le dan los antecedentes de sus aliados, aunque se equivoca en poner en una única bolsa a atenienses y espartanos.
No es la misma postura la que expuso Massa que sus aliados camporistas durante este último proceso de negociación por cargos y dinero. El líder del Frente Renovador sabe que necesita de Kicillof para cualquier proyecto futuro, inclusive el de la sucesión provincial.
Como el gobernador, al líder del Frente Renovador también le cuesta partir aguas con sus “primos” de Fuerza Patria.
Los Intendentes del Movimiento Derecho al Futuro ya empiezan a hablar a espaldas del gobernador. Lo critican porque no pobló su gabinete con gente de ese sector político, armado para su propio proyecto presidencial, y por procastinar más de la cuenta.
“¿Me podés explicar por qué motivo tenemos tanta mala prensa? “, le preguntó, en un rapto de inédita confianza, un miembro muy encumbrado del peronismo kirchnerista renovador. “Porque son un desastre… No dejan cagadas por hacer”, le dijo, directo, este periodista.
“Está bien, te lo tomo… Pero explícame cómo ustedes o la gente, mientras a nosotros nos matan por las testimoniales, a los del PRO o a los libertarios no les dicen ni mu", replicó y continuó.
“Fijate el caso de Diego Valenzuela… pidió licencia en Tres de Febrero como intendente para ser senador provincial… y viene a la legislatura y también pide, sobre el pucho; en medio de la preparatoria, una nueva licencia para no sabemos qué… el tipo anda por la vida con dos licencias a cuesta y nadie le dice nada".
En la intimidad, él elige a Valenzuela como culpable porque lo sufrió como opositor y lo puso en evidencia con el tema de las tasas y la rapidez con que se habilitan los comercios en Tres de Febrero.
Pero lo que más les duele es el mensaje “anti casta” que ahora entra en contradicción. El debate es válido y está abierto.
Aunque Valenzuela asuma como funcionario nacional, hecho por el cual luego de jurar pidió licencia como legislador provincial, es más que probable que detrás de todo este derrotero haya habido alguna cuota de morbo adicional por parte de alguien del poder nacional.
Nadie duda que si le hubieran dicho que asumiría apenas terminó la elección de septiembre, algunos de los dos pasos que dio podría haberlos evitado. O seguía como intendente o asumía como senador, no se licenciaba de los dos lados.
De pronto, los nuevos aliados libertarios están bajo revisión y esto hace crujir las relaciones en los distritos del Gran Buenos Aires. A Diego Santilli y Cristian Ritondo le pasan factura porque sus legisladores provinciales, a diferencia de lo que hicieron los libertarios de Sebastián Pareja, votaron en favor del endeudamiento de Axel Kicillof y pusieron, junto con Néstor Grindetti, a personas de su extrema confianza como directores suplentes en el Banco Provincia.
Ritondo se sintió más que dolido por cómo lo destrataron tras la designación de Santilli como ministro del Interior. Todos los días intentan o consiguen achicarle el bloque de diputados.
Quizás por eso no llamó la atención que en la primera oportunidad apareciese un vuelto directo, mucho más que la dada en la legislatura bonaerense. En Bahía Blanca, una referente del diputado macrista, la concejal Gisela Caputo, con el apoyo del oficialismo kirchnerista local, desplazó al libertario Mauro Reyes.
En La Matanza, en tanto, los concejales del PRO convencieron a la siempre cambiante Leila Gianni a que presidiera su bloque y que rompiera con La Libertad Avanza, desde donde llegó luego de ser parte secundaria, pero parte al fin, del kirchnerismo cristinista.
La Leona se transformó en “zorra” para la tribu violeta. Sin embargo, la bronca fue tal que, cuando hicieron el comunicado oficial en la que publicitaron que no sería más representante de La Libertad Avanza, los jefes partidarios confirmaron que fue candidata, pero "nunca tuvo domicilio en La Matanza“. La quisieron incendiar, pero se quemaron ellos también.
La dificultad que tienen los representantes de los partidos emergentes en municipios como La Matanza u otros más alejados del primer cordón del Conurbano es total. Al elegir siempre una "figurita" o alguien alejado de la cotidianeidad local, terminan padeciendo la ausencia total de un proyecto municipal.
En este sentido, es factible que el próximo experimento sea a través del diputado nacional Sergio “Tronco” Figliuolo. Cerca de Karina Milei y con el apoyo mediático de Alejandro Fantino se analiza “seriamente” esta posibilidad.