En un escenario marcado por la restricción de divisas, el Fondo Monetario Internacional (FMI) avaló la flexibilización de importaciones que presionan sobre la balanza comercial y la meta de acumulación de reservas que Argentina no cumplió y recomendó "profundizar" la apertura comercial. La liberalización de restricciones para importaciones en la primera mitad de 2025, es una de las causas de la ampliación del déficit de cuenta corriente junto con el levantamiento del cepo a la comprar de dólares para las personas, señaló el organismo internacional y mencionó que las exportaciones crecieron 4% mientras las importaciones escalaron 44%. En este período el superávit comercial se redujo a u$S 5000 millones, lo que significó una caída de u$s 6000 millones respecto al año anterior. A esto se suma una demanda récord de divisas para turismo al exterior que aumentó 50% y generó un déficit de u$s 8000 millones en la cuenta corriente hasta finales de junio, describe el Staff Report. Bajo esta dinámica se prevé que la balanza de cuenta corriente externa pase de un superávit del 1 % del PBI en 2024 a un déficit del 1,7 % del PBI este año por encima del 0.4 % acordado en la aprobación del programa. Aunque el sector industrial se mantienen en alerta por el efecto de la apertura de importaciones que, según la Unión Industrial Argentina (UIA), está generando la pérdida de 1000 a 1500 puestos de trabajo por mes, desde marzo, los ejecutivos del FMI indicaron que "las reformas para crear una economía más abierta y basada en el mercado deben profundizarse". "Los primeros esfuerzos por simplificar la burocracia, racionalizar el empleo público redundante y mejorar la eficiencia del estado son loables", dijo el Board pero señaló que "se debe continuar avanzando en la eliminación de distorsiones del mercado y barreras de entrada, con un mayor enfoque en las reformas para mejorar la flexibilidad laboral, apoyar la creación de empleo formal y fomentar la movilidad hacia sectores más competitivos". Hacia adelante, pese a que la agenda de desregulación y liberalización del Gobierno sigue avanzando "a un ritmo rápido" tras la eliminación del Impuesto PAIS y flexibilización de restricciones a las importaciones de electrodomésticos, bienes de capital y vehículos, entre otros, los técnicos del FMI esperan alivio en la demanda de dólares del sector privado. "Hay signos de una moderación en la dinámica de importaciones desde mayo, lo que probablemente refleja una demanda interna más débil y un cierto debilitamiento del tipo de cambio efectivo real, que se ha depreciado casi un 15 por ciento desde mediados de abril", destacó el informe. Sin embargo, en números, las importaciones siguen "volando", ya que alcanzaron los u$s 6370 millones y crecieron un 35,9% interanual en junio, acumulando una suba de 34,6% en lo que va del año, según Abeceb. "Ya saliendo del piso de la recesión 2024, y del pico de competitividad del peso, lo cierto es que las compras externas muestran una tasa elevada de crecimiento genuino en un contexto de apertura económica y baja de aranceles, aunque el tipo de cambio se haya encontrado levemente más depreciado en términos reales", señaló el último informe de la consultora que dirige Dante Sica. Incluso, estimó que con la corrección del tipo de cambio real de 10% entre junio y julio, todo apunta a una reducción del superávit comercial esperado para 2025 que llegará a u$s 6000 millones, un tercio de lo registrado el año pasado (u$s 18.928 millones).