La reacción de los industriales va del asombro a la desesperación, pero también se mezcla con la curiosidad de quien puede estar ante una oportunidad de negocio que hay que aprovechar porque no se sabe cuánto tiempo puede durar. El boom importador, que se observa tanto en los tours de compras que se hacen permanentemente desde todos los sectores hacia los distintos centros productivos de diferentes provincias chinas como también en el auge de las plataformas de comercio electrónico Shein y Temu, está cruzando límites hasta ahora desconocidos. Una compañía de alimentos de Santa Fe, que está desarrollando un mega centro de almacenamiento y distribución de 24.000 cuadrados para ofrecer productos directo de fábrica a supermercados y negocios minoristas, acaba de traer las naves metálicas enteras y listas para armar desde China. De hecho, las estructuras ya se están poniendo en marcha. “Llegó todo en cinco contenedores, hasta los tornillos”, contaban industriales que se dedican a construir galpones en la Argentina y que vieron la movida con preocupación y un poco de incredulidad. “Si esto se establece como el método habitual no sé qué vamos a hacer”, explicaron. La compañía en cuestión, Alimentos Vida S. A., también conocida como Vidalac, no hizo comentarios para esta nota, pero allegados confirmaron la compra de los galpones completos a China. Se trata de una empresa santafesina con tres décadas de trayectoria en el negocio de la alimentación que ahora tendrá distribución directa a los comercios de todo el país. El corazón del proyecto es justamente el levantamiento de cuatro naves en la zona de Sauce Viejo, cerca del aeropuerto, donde ya se pueden ver las estructuras llegadas de Asia en pleno ensamblado. El despliegue ocupa unas 12 hectáreas. Habrá una flota logística compuesta tanto por camiones propios de la empresa como otros contratados. En las últimas semanas, ante la sorpresa por la noticia de la importación de los galpones, llegaron a circular versiones respecto de que incluso en la firma se ofrecerían como distribuidores para vender esas estructuras chinas en el país pero finalmente eso fue desmentido al menos por ahora. Según supo El Cronista, la razón central por la que trajeron los galpones llave en mano desde China es sencillamente el costo mucho más conveniente respecto de lo que salía la variante de construcción tradicional en el país. Aunque no se precisó oficialmente, solo en acero, la materia prima es un 30% más barata. Ante estos movimientos, en la industria hay jugadores tradicionales locales que están organizando viajes para pasar de fabricantes a importadores, una tendencia que se extiende en todos los rubros en los que se reemplazan líneas de producción por oficinas comerciales para traer insumos o productos terminados desde el exterior. Se trata de un caso testigo para la etapa que viene. Con mega proyectos asociados a la minería, el petróleo y el gas autorizados a través del Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones, que además facilita el Ingreso de bienes de capital importados, la posibilidad de que directamente se traigan “naves completas” abre un nuevo mundo en el rubro metalúrgico. Al mismo tiempo, alguno de los empresarios del rubro ya averiguan sobre cómo viajar para llegado el caso transformarse en vendedores en el país de los gigantes manufactureros chinos de esta especialidad. “Estoy trayendo maquinarias al 30% del valor del mercado”, reveló días atrás por su parte el empresario cordobés Euclides Bugliotti en diálogo por radio. Además, contó que importan neumáticos mucho más baratos para vender en cuotas. “Sé que afecto a la industria doméstica”, reconoció, al tiempo que promocionaba que ofrece cuotas sin interés y mientras los fabricantes de gomas en el país advierten por los estándares de seguridad. Las importaciones desde China están creciendo en 9 meses un 66% respecto de un año atrás, según las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Y especialmente las compras al mundo de bienes de capital están creciendo un 122% interanual Las cámaras industriales se dividen entre las que piden más tiempo al gobierno para poder competir en igualdad de condiciones con la producción que llega del exterior, en lo que la Unión Industrial Argentina llama “la necesidad de nivelar la cancha”, y los que ven la oportunidad de equiparse a bajo costo y salen a comprar maquinarias inundando las ferias como la Expo Shanghai que se realizó por estas horas con gran presencia argentina. La paradoja es que China irrumpe en el comercio argentino justo en momentos en que Estados Unidos, con quien la Argentina está profundizando su alineamiento político a cambio de respaldo financiero, pone como eje de su agenda correr de América latina la influencia de Beijing. De hecho, en septiembre, China se transformó en el principal socio comercial del país, dado que por la necesidad de conseguir divisas antes de las elecciones se bajaron las retenciones y volaron los cargamentos de soja con destino a ese país.