Javier Milei volvió a poner en duda en su discurso del 1° de marzo ante la Asamblea Legislativa el número de desaparecidos, la cifra de 30.000 personas por las que simbólicamente reclaman los organismos de derechos humanos contra la última dictadura. Como respuesta el peronismo decidió convertir la marcha del Día de la Memoria, el 24 de marzo, en un acto político y no sólo contra las atrocidades cometidas entre 1976 y 1983 y unirse para que la movilización sea aún mayor a la del paro sindical del 24 de enero.
Por primera vez la CGT; los estatales de UPCN; la CTA de los Trabajadores y la CTA Autónoma organizaron una estrategia en conjunto con los organismos de derechos humanos. La decisión apunta a confrontar en la calle con el discurso que representan Milei y su vicepresidenta Victoria Villarruel que piden "contar la historia completa", liberar a militares sin condena firme y juzgar a quienes hayan integrado movimientos de lucha armada de la misma manera que se juzgó a quienes utilizaron al Estado para la represión, desaparición forzada, tortura y asesinatos.
Pero además buscarán convertir la movilización en un reclamo contra las medidas económicas del gobierno libertario. Lo explicita la central obrera con el hashtag "Nunca más miseria planificada".
Cumbre en la sede de la CGT
El lunes en el Salón Felipe Vallese de la CGT estuvieron con Héctor Daer; Hugo Yasky; el judicial Julio Piumato; Hugo "Cachorro" Godoy y Andrés Rodríguez. Por los organismos hablaron la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto; el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y Taty Almeida de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora.
"Este año nos encuentra frente a un plan económico que reedita aquellos objetivos de pobreza extrema y beneficios para los grupos económicos concentrados. Otra vez es el momento de expresar MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA. Es el momento de la REBELDÍA", expresó la CGT en un comunicado. Las mayúsculas corresponden al texto difundido.
En ese sentido, indicaron que el encuentro tuvo como objetivo "convocar a conmemorar en unidad por los crímenes de lesa humanidad y las políticas económicas y sociales de la última dictadura militar que tanto daño hicieron en nuestro pueblo".
En enero fueron los mismos sindicalistas los que lideraron el paro y la movilización al Congreso contra el DNU y las reformas del oficialismo -laboral y jubilatoria entre otras- y sumaron a los distintos partidos y movimientos políticos. En aquella oportunidad el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, aunó fuerzas con sindicalistas, gobernadores, partidos que integran Unión por la Patria y algunos intendentes. Según confirmó El Cronista el domingo volverá a marchar.
En enero en cambio La Cámpora de Máximo Kirchner y el Frente Renovador de Sergio Massa decidieron participar recién a último momento. El próximo domingo los camporistas reeditarán una movilización que arrancará en la exEsma, hoy Espacio de la Memoria y uno de los mayores centros clandestinos de detención ubicado en avenida del Libertador a metros de General Paz y Provincia. De esa manera mostrarán su dispositivo territorial y su mística.
Los 13 kilómetros de La Cámpora
Con Máximo Kirchner una vez más al frente de la columna, diputados, senadores e intendentes de la agrupación recorrerán los 13 kilómetros que unen lo que fuera la Escuela de Mecánica de la Armada con Plaza de Mayo.
Como en otras ocasiones, aunque esta vez en día domingo, las distintas columnas peronistas marcharán diferenciadas. Su expectativa es sumar más adhesiones en defensa de las políticas de Derechos Humanos aunque con el doble objetivo de canalizar el malestar social.
Según lo previsto, la CGT se concentrará a partir de las 11 hs en Diagonal Sur y Perú mientras que las dos CTA lo harán, juntas, en Diagonal Norte y Esmeralda.
Por su parte los movimientos sociales -Movimiento Evita, UTEP, Barrios de Pie y Libres del Sur- caminarán con sus respectivas columnas por Diagonal Sur. Como es habitual se reserva la Avenida de Mayo para Madres, Abuelas, HIJOS y también Desobedientes, los hijos de condenados por delitos de Lesa Humanidad.
Una vez más la izquierda, a pesar de los intentos por acercar posiciones, recién ingresará a la Plaza para un acto propio cuando haya terminado el de estos organismos y partidos políticos.