En esta noticia
"Tenemos que trabajar fuerte durante los próximos dos meses para que Marcelo (D'Alessandro) vuelva al Ministerio y retome su gestión". Esa es la frase que le atribuyen a Horacio Rodríguez Larreta en los últimos días, luego de que un mes atrás acordó con el funcionario que se tomara licencia.
El objetivo fue, aseguran, que pueda defenderse en la justicia y contener a su familia, fuertemente impactada por el caso que ventiló un espionaje ilegal sobre su teléfono a través de una maniobra de "SIM swapping", un fraude que permite ingresar a toda la información que tiene un celular.
Pero el impacto no lo recibió solo la familia del todavía ministro de Seguridad y Justicia. Para el gabinete de la Ciudad, donde el trabajo en equipo es una rutina inconmovible, la exposición de un funcionario que está en la gestión del PRO desde que Mauricio Macri ganó las elecciones, en 2007, los enfrentó a un trago amargo. Si alguien que siempre fue considerado eficiente, con estadísticas contundentes en cuanto a resultados, confiable, de enorme relacionamiento en todo el arco político y judicial, ¿qué puede pasar con los demás?
Incluso es difícil para el propio Larreta, que hace campaña presidencial en el país mostrando la exitosa gestión en el área, con los índices más bajos en materia de delito no solo de la Argentina, sino de la región.
Es que este abogado recibido en la UCA hizo toda la "escuelita del PRO": ingresó como asesor de la dirección general de Infracciones, pasó a hacerse cargo del área, fue diputado nacional, y más tarde, como Secretario de Seguridad, estuvo a cargo del traspaso de los policías de la Federal a la administración porteña que creó la Policía de la Ciudad.
Es ministro desde 2021, cuando Diego Santilli se lanzó en la provincia de Buenos Aires.
Un amigo de D'Alessandro le dijo a El Cronista que "el ministerio lleva su impronta, nadie se imagina cómo puede funcionar si él se va". Otro explicó que "si se equivocó al asistir a la reunión en Lago Escondido, no cometió ningún delito".
En su oficina, destacan que los chats filtrados no tienen valor jurídico, entre otras cosas porque es sencillo probar que "se cortaron y pegaron no solo diálogos, sino aún videos y audios".
Para iniciar su defensa, lo que hizo el diputado Cristian Ritondo fue presentar ante la Comisión Bicameral de Seguimiento de los Organismos de Inteligencia dos pedidos de informes a la AFI apuntando al presunto grupo a cargo del espionaje ilegal.
Según ese cuestionario que trascendió a la prensa pese a ser información reservada, acorde al interventor del organismo, Agustín Rossi, menciona a un coronel de nombre Marcelo Granitto que coordinaría el vínculo con el organismo de inteligencia, y preguntan si se lo vio en dependencias de la Argentina y el exterior para mantener varios encuentros de trabajo. La misma precisión piden del general retirado César Milani.
Ambos, según sospecha Ritondo, organizaron un equipo con Ramiro Gómez Riera, que tiene funciones en la AFI, luego de pasar por la Dirección Nacional de Inteligencia Estratégica Militar, que también habría proveído otros cuadros provenientes del Ejército, aparentemente diseñando el Plan de Inteligencia Nacional, a pesar de que la ley prohíbe en Argentina el involucramiento de las Fuerzas Armadas en la inteligencia local.
También, según trascendió, se dio un listado de nombres que serían nuevos empleados de la AFI que habrían actuado en las maniobras de espionaje ilegal a D'Alessandro, y se presume también a Santilli, acorde a Juntos por el Cambio.
LOS RESPALDOS QUE RECIBIO D'ALESSANDRO
Pero no solo Ritondo y otros diputados del PRO mostraron su apoyo al ministro. La archicompetidora de Larreta en la presidencial, Patricia Bullrich, pidió públicamente que Larreta lo defendiera. Miguel Angel Pichetto declaró que "si D'Alessandro actuó mal, lo tiene que echar. Si actuó bien, lo tiene que respaldar".
Aunque nada se compara a lo que dijo Lilita Carrió en diálogo con el periodista Joaquín Morales Solá, por el canal de noticias TN. "Había que sostenerlo", afirmó. Y agregó que "en las licitaciones de las que habló Alberto Fernández por cadena oficial no estaban en su área, ni ganaron ninguna licitación (en las gestiones de Rodríguez Larreta), sino que vienen de tiempos de Carlos Grosso y continuaron con Mauricio Macri".
¿Alcanzará todo esto para que D'Alessandro vuelva? Nadie lo da por seguro.
Mientras tanto, todo indicaría que en Uspallata están a la espera de que la Justicia se pronuncie en dos causas que lo involucran. Una fue presentada por el ministro de Justicia, Martín Soria, por supuestos delitos de corrupción que la Justicia federal dictaminó que sea investigada por el fuero penal, contravencional y de faltas de la Ciudad Buenos Aires. La otra, contra el experto en inteligencia, diputado Rodolfo Tailhade, tramita en el juzgado federal de Ariel Lijo.
"Ojalá esto suceda antes de que se cumplan los 90 días, así las cosas retoman la normalidad", comentó un compañero de gabinete del ministro en licencia.