El calendario electoral 2019 ya comenzó: tres ofertas se presentaron ayer en una licitación pública para proveer más de 130 millones de sobres en los que se guardarán las papeletas presidenciales en las futuras PASO, las generales y en un eventual ballottage.

Si bien por falta de tiempo legislativo se caía de maduro, con un Congreso ante otras prioridades más urgentes, este prematuro pliego implica el certificado de defunción de la aspirada reforma de Cambiemos para que durante el mandato de Mauricio Macri los argentinos fueran a las urnas con la criticada Boleta Única Electrónica (BUE) en todo el país.

De menor a mayor, las ofertas fueron las de Félix A. Medoro SA por $ 142.649.500; Grupo Convertidor Papelero SRL por $ 170.559.000 y Melenzane SA por 193.848.000. El año pasado, para las legislativas, la primera de las firmas le ganó a los mismos competidores: resultó adjudicada con un contrato de poco más de $ 43 millones.

Más allá de que, a falta de segunda vuelta en 2017, los sobres fueron muchos menos (el Ministerio del Interior pidió $ 64 millones de ellos), la inflación de los últimos meses anticipa que el costo electoral del 2019 se disparará. Los $ 0,54 por sobre que Felix A Medoro cotizó el año pasado, hoy casi se duplicaron: ahora son 96 centavos.

En plena “tormenta económica, negando de plano siquiera una mínima posibilidad de un adelantamiento electoral, desde el Gobierno justificaron precisamente en los precios esta prematura licitación. A modo comparativo, fue en marzo de 2017 que la Dirección Nacional Electoral (DINE) salió a comprar los sobres para los comicios de agosto, 5 meses antes. Ahora la antelación es de 11 meses.

Desde la Casa Rosada argumentaron que la DINE, al tener un actual remanente presupuestario, prefirió adelantar las compras este año para que el desembolso de 2019, en el que el Gobierno le prometió déficit cero al FMI, no sobrepase una ecuación: que las presidenciales cuesten lo mismo que las últimas legislativas, sólo sumándole la inflación acumulada. Un eventual ballotage lo volvería muy difícil de cumplir.