El Gobierno enviará una serie de reformas en materia impositiva que contempla el recorte de impuestos, mientras se dispone a cerrar el año con la meta de superávit cumplida y negocia el Presupuesto 2026 con los gobernadores, que piden flexibilizar el gasto mientras la recaudación marca su cuarto mes de caídas reales.
La meta acordada con el FMI establecía un superávit primario para este año de 1,6% del PBI, mientras que en el Presupuesto 2026 se fijó en 1,5%. Para el año próximo, el Presupuesto fija un 1,5% mientras que con el FMI se acordó un 2,2%.
Si bien la recaudación caería este año respecto de 2024 en un 0,2% real según LCG y se dé un aumento del gasto primario, la meta no está en duda y hasta ahora el Gobierno suma un superávit primario de 1,4% del PBI hasta octubre.
Según analizaron desde el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), la inversión real directa cayó un 70% en 2024 y en 2025 mantendría la baja hasta un nivel 73% inferior que en 2023. Los subsidios a la energía caerán 58% contra 2023, y la masa salarial tendrá un nivel 26% inferior.
Jubilaciones y pensiones, la principal partida, cerrará 2025 un 4% real por debajo de 2023 tras un recorte del 16% el año anterior. Las transferencias corrientes a provincias cierran con una caída del 61% contra 2023, mientras que las transferencias de capital lo harán con un recorte del 94%. La asignación universal para protección social crecerá un 70% respecto de 2023.
Desde ACM analizaron que mientras que en el primer año de gestión libertaria el ajuste del gasto y el resultado primario se debió a los recortes en prestacionales sociales, gastos de capital y subsidios económicos, en 2025 se expandió el gasto primario en un 1,7% real.
El impulso lo dieron las prestaciones sociales y las transferencias a provincias, pero se mantuvo la contracción en subsidios económicos y gastos de capital, que se mantiene en mínimos históricos.
Cómo sigue
“Hay límites reales. Hoy ya estamos con obra pública cero, ahí ya no se puede ajustar más. El presupuesto universitario se recortó a la mitad, el gasto en salarios cayó 35%, jubilaciones que están en menos de 10%. La pregunta es ¿dónde más ajustas?”, dijo Emmanuel Álvarez Agis en El Cronista Stream.
Con los fuertes niveles de recorte, la duda se centra en dónde se puede extender el ajuste. Para Claudio Caprarulo, director de Analytica, “el resultado electoral le dio un envión al compromiso fiscal del Gobierno, porque va a tener que hacer menos concesiones y porque cuenta con más legisladores para apoyar sus iniciativas”.
“Falta todavía bastante por recortar, tanto de personal como de actividades en términos de estructura dentro del Estado, donde todavía se puede ahorrar, aunque hay que reconocer que hubo un recorte importante”, explicó Aldo Abram, director ejecutivo de la Fundación Libertad y Progreso. Sobre este punto, el Gobierno planea avanzar con nuevos recortes en el empleo público.
Abram agregó que “hay que privatizar todas las empresas públicas, den pérdida o no, con más rapidez en las que dan pérdida, hay que venderlas a cualquier costo”.
Entre las empresas para las que se activaron las privatizaciones están AYSA, Enarsa, Trenes Argentinos y las hidroeléctricas, entre otras. Muchos de los procesos para las privatizaciones ya iniciaron, encabezando la lista varias rutas nacionales que integran la red de concesiones.
Por último, insistió que deben concretarse la quita de subsidios a los servicios públicos, en especial a aquellos que pueden pagarlos: “Los que pagamos en el AMBA tarifa completa seguimos estando subsidiados. Esto se tiene que terminar”.
El Gobierno anunció la semana pasada un cambio en el esquema de subsidios a la energía que implicará un ahorro de un billón de pesos. Así, el gasto en esta división ascenderá en 2026 al 0,5% del PBI. Según el Observatorio de Tarifas y Subsidios de la UBA, los subsidios son un 72% inferiores respecto de su pico registrado en junio de 2022.
Caprarulo apuntó que “una guía respecto de lo que se puede esperar para 2026 está en los compromisos asumidos con el FMI. En esa línea están los cambios en los subsidios energéticos o en la actualización para la AUH en el Presupuesto. Un eje clave es la relación nación-provincias, más allá del ajuste en las transferencias no automáticas y la obra pública también es posible esperar que se impulsen cambios en la recaudación para alinear incentivos entre el Gobierno nacional y los sub-nacionales”, agregó el economista.
En este frente, la expectativa está puesta en la reforma tributaria que afectará algunos tributos coparticipables, como Ganancias, mientras que circula que podría haber cambios en el IVA, además de impulsar cambios en tributos subnacionales.
En materia de gasto social, se acordó con el FMI que la cobertura de las asignaciones alcance al 95% de la canasta alimentaria y la unificación de los registros de los programas. Hacia fines de 2026 también se acordó enviar una reforma del sistema previsional y la desregulación del mercado eléctrico.
“De cara a 2026, el margen de ajuste luce acotado en rubros ya fuertemente comprimidos como la obra pública y las prestaciones sociales, mientras que se prevé que el esfuerzo fiscal se concentre en la reducción de subsidios económicos y en una nueva ronda de racionalización del gasto operativo del Estado. Con una inflación proyectada en descenso, el ajuste dejará de apoyarse tanto en la licuación real de los gastos (como en 2024) y dependerá más de decisiones explícitas de asignación presupuestaria y de una contención efectiva del gasto nominal", explicó Christian Naud, de ACM
Reservas
Otra de las dudas que quedan es el cumplimiento de la meta de reservas. Estas hoy en día, según la metodología del FMI, se encuentran en terreno negativo por u$s 16.000 millones, lo que las deja a casi u$s 12.000 millones de la meta acordada con el FMI.
El Gobierno explicó que la acumulación de reservas se dará a través de la remonetización de la economía en la medida que la demanda de dinero aumente. Sin embargo, fuentes oficiales aseguraron que aún analizan el mecanismo para la acumulación.