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Borrón y cuenta nueva. El proyecto de ley que tenía media sanción en el Senado para subir el mínimo no imponible (MNI) de Bienes Personales quedó atrás. El oficialismo se impuso ayer a la oposición y logró ingresar una nueva propuesta a través de la Cámara de Diputados. Su principal modificación consiste en subir la carga a quienes más tributan. La iniciativa que ya se aprobó en la Cámara baja volverá a ser discutida en el Senado el próximo martes.
El principal cambio que prevé el texto es la suba del mínimo no imponible. Pasará de 2 a 6 millones de pesos. La segunda reforma es que se subirá el valor exento de las viviendas de 18 a 30 millones de pesos. La tercera modificación establece la actualización a automática del mínimo no imponible por el índice de Precios al Consumidor (IPC). Hasta este punto oficialismo y oposición estuvieron de acuerdo.
La sorpresa es que la nueva norma que impulsa el oficialismo eleva la alícuota progresiva de bienes en Argentina. Hoy en día es del 1,25% y pasaría al 1,5% para los patrimonios que superen los $ 100 millones. Suben dos escalones quienes superen ese monto. Para las personas con patrimonios mayores a $ 300 millones la alícuota será de 1,75%. "Esto significa un impuestazo a quienes están en estos escalones", definió el tributarista Cesar Litvin.
Si el proyecto se aprueba antes de fin de año, la nueva ley aplicará para el impuesto correspondiente a 2021 inmediatamente después de que se publica en el Boletín Oficial. Los vencimientos para la presentación de la declaración jurada y el pago del saldo resultante serán en junio de 2022.
"El aumento de la alícuota a los bienes en la Argentina a última hora muestra que se está nivelando el impuesto para arriba. Me parece que la justicia tiene que empezar a intervenir como lo hizo en el Impuesto a la Riqueza presentando medidas cautelares", explicó Iván Sasovsky, socio fundador y CEO de Sasovsky & Asociados.
Bienes en el exterior:
Por otro lado, se incrementará la alícuota máxima para bienes en el exterior y será de 2,25%. "Vuelve a generarse la sobre-alícuota sobre bienes al exterior que había vencido en 2020. Una vez más es una promesa incumplida porque iba a durar dos años", agregó Litvin.
Por ejemplo, un departamento en Miami hoy cuesta como mínimo u$s 72,500. Los inmuebles en el exterior se valúan a valor de mercado. Para eso se toma el valor del dólar oficial. Como el valor en pesos es 7,8 millones -si no se suman otro bienes- esta persona deberá pagar la alícuota de 1,80% sobre el excedente.
¿Golpe a la inversión?
"Este impuesto ataca la inversión. Decir que es un impuesto a los ricos es una falacia. Es un impuesto a los pobres porque es plata que se deja de invertir para generar trabajo", apuntó Sasovsky.
De acuerdo a la Oficina de Presupuesto del Congreso el costo fiscal del proyecto anterior era de $ 31.564 millones, de los cuales $ 24.462 millones pertenecían al 2022 y $ 7.102 millones al 2023.
Sobre el reparto entre las provincias de este impuesto, si se toman $ 100 millones de recaudación de Bienes Personales, el 1,9% va a la AFIP, una suma fija de $ 3 millones anuales destinados al INCUCAI. Un 6,27% se distribuye entre las Cajas de Previsión Provinciales y Municipales y el 93,73% restante va a coparticipación, según el Iaraf.
Este año la recaudación de Bienes Personales significó 0,6% del PIB. Lo relevante, es que más del 60% de la recaudación de este impuesto se destina a las provincias. Por eso, habrá que ver que ocurre en el Senado porque algunos legisladores de la oposición podrían votar a favor del proyecto para evitar una reducción en los ingresos provinciales.
"El impuesto a los bienes personales es un mal impuesto. Grava stock y no flujo. Al revés de lo que impulsó Sergio Massa habría que subir Ganancias y bajar Bienes Personales. También me parece mal que castiguen a los bienes que están en el exterior. Están allí porque el país no los protegió", sostuvo Andrés Borenstein, economista jefe de EconViews.