Economista de profesión, graduado en la Universidad de Buenos Aires, Ariel Schale tendría a su cargo la estratégica Secretaría de Industria, en la estructura de un Ministerio de Producción con amplias atribuciones en relación al despegue de la actividad económica. Schale también mantendría bajo su ala el área de Comercio exterior.

Es un hombre de experiencia en ambos temas. Durante la gestión de Miguel Peirano (2007) fue Subsecretario de Política y Gestión Comercial.Y más tarde, desempeñó dos veces el cargo de subsecretario de Industria y Comercio Exterior durante las presidencias de Cristina Fernández de Kirchner.

En el medio, entre 2010 y 2011 recaló en la Subsecretaría de Comercio Internacional de la Cancillería, en el marco de la pulseada entre el exministro de Planificación Julio de Vido y el canciller Héctor Timermann. Además, fue viceministro de la Producción de la Provincia de Buenos Aires (2009 -2010), durante la gobernación de Daniel Scioli.

Tras pasar a la actividad privada, en los últimos tiempos levantó el perfil desde su cargo de director Ejecutivo de la Fundación ProTejer, denunciando los serios problemas que atraviesan el sector textil y la actividad industrial en particular.

De claro perfil industrialista, en toda su vida profesional Schale se mostró partidario de un desarrollo industrial basado en plataformas exportadoras. En ese sentido, suele resaltar que durante su gestión como subsecretario de Comercio Internacional, el país alcanzó el récord de exportaciones, al superar los u$s 84.000 millones. Desde entonces, nunca más se llegó a ese nivel.

Experto en la temática de industria e inserción internacional, Schale entiende que la apertura y el proteccionismo son meros instrumentos pero el objetivo siempre debe ser el desarrollo. En su visión, los países desarrollados son aperturistas y proteccionistas al mismo tiempo, según lo que conviene a su estrategia de desarrollo en cada ocasión.

En relación a la cuestión de la competitividad, declara que “no hay que pedirle todo al tipo de cambio . En cambio sí es partidario de atender la agenda para mejorar la competitividad sistémica.

En ese sentido, para Schale adquieren relevancia el capítulo de la carga fiscal a la producción, un sistema financiero articulado con el sistema productivo; los problemas logísticos y la dolarización de la estructura de costos del sistema productivo.

Sobre la apertura de mercados, que impulsó el gobierno de Cambiemos, Schale entiende que siempre se discute mejor bajo el marco de un acuerdo, aunque éstos tienen que ser funcionales a la estrategia de desarrollo nacional.