Argentina y Brasil suscribieron un convenio de cooperación, con el objetivo que el gas local llegue a las principales ciudades del país vecino. Ya hubo una exportación y habrá otra a fin de año. Sin embargo, la posibilidad de un vínculo de largo plazo, con un suministro constante, parece compleja. Brasil vino abasteciéndose de gas a través de Bolivia. Pero el país andino comenzó con un deterioro y se quedó sin capacidad exportadora. Argentina aprovechó esa oportunidad y utilizó una parte de la infraestructura local y ductos bolivianos para llegar a Brasil. En abril, la francesa TotalEnergies exportó gas natural desde la formación Vaca Muerta en la Argentina a Matrix Energía en San Pablo a través de un gasoducto de Bolivia. Fueron unos 500.000 metros cúbicos (m3) a través de un contrato interrumpible, gracias a la reversión del gasoducto del Norte en la Argentina y el uso de infraestructura de Bolivia. El acuerdo llevó más de un año de negociaciones. El martes, durante un seminario sobre la relación comercial entre Argentina y Brasil, se expuso que habrá otra exportación de gas más hacia diciembre, también por parte de Total Energies. Se trata de una de las mayores productoras de gas del país, cabeza a cabeza con YPF. Sin embargo, hay algunos cambios en el escenario. Bolivia podría comenzar una mejora en su política gasífera con el próximo cambio de gobierno. Los dos candidatos que llegan a la definición en la carrera por la presidencia son vistos como proclives a volver a motorizar los pozos de gas. Argentina enfrenta un límite a su capacidad de llegar a Brasil. La infraestructura existente ha transportado durante años suministros clave de gas boliviano tanto a Brasil como a la Argentina. Pero, a medida que la producción de gas de Bolivia fue decayendo, tuvo menos actividad. Argentina realizó la reversión del llamado gasoducto del Norte para poder exportar gas proveniente de Vaca Muerta. Brasil necesita gas, pero a ciertos precios. Van en una banda de entre u$s 7 por millon de BTU (la unidad de medida del sector) a u$s 10 por millón de BTU. Esos son los precios adecuados para la industria de ese país. Argentina estaría en condiciones de cumplir con esos importes, pero requeriría mayor capacidad de ductos. La producción de gas viene creciendo a un ritmo inédito durante la administración de Javier Milei. Hay tres grandes proyectos de exportación de gas en forma de GNL previstos para los próximos años. Mientras tanto, las productoras locales reciben un precio "atractivo" (según dicen) establecido por el plan Gas, que obliga a las usinas eléctricas locales -por ejemplo- a pagar un precio más alto que si fuera "libre mercado". En los últimos días también se conoció que las principales petroleras le vienen reclamando al Gobierno por deudas del plan Gas. El Poder Ejecutivo lleva tres meses seguidos sin liberarles partidas, lo que puso nerviosos a los empresarios. No es la primera vez que les pasa esto, pero es un tema que suele complicar las cajas de las compañías, ya que el dinero que esperaban cobrar supera los u$s 200 millones, en estimaciones prudentes.