Para algunas personas que se criaron con bajos recursos, el fútbol representa una oportunidad única para crecer económicamente. Pero jugar de manera profesional también puede ser contraproducente, debido a que los salarios son muy elevados y no tener una buena conducta genera contratiempos muy marcados. Un claro ejemplo es el de Brian Fernández, quien no puede erradicar su problema de adicción y por estas horas preocupa al ambiente de la pelota: estuvo desaparecido durante varios días y su auto fue encontrado totalmente vandalizado.
Aunque parezca un deja vu, se trata de un episodio nuevo. La carrera del delantero estuvo plagada de sucesos de este tipo. Este lunes, el BMW que utilizaba para movilizarse apareció abandonado con los vidrios rotos y sin las ruedas en el barrio santafesino Alto de Noguera.
En febrero, Fernández había sido reincorporado a Colón tras el episodio que protagonizó en octubre pasado, cuando fue detenido y hospitalizado por arrojar piedras contra un colectivo en un brote psicótico. Luego de un minucioso tratamiento por consumo problemático, la CD del Sabalero -club del cual es hincha- decidió volver a confiar en él y le firmó contrato hasta junio. Sin embargo, desapareció la semana pasada (se ausentó de dos prácticas) y Néstor Gorosito no lo perdonó.
"Brian faltó a dos entrenamientos. No tenía permiso. Le dije que le daba una oportunidad y le di dos... ya está. Tiene que hablar con la gente del club para ver cómo sigue. Yo no soy psicólogo, le debo dar prioridad al grupo. Le pasó muchas veces. Hablé con él como padre, como el pibe de barrio que también es. Es un tema que debe resolver él. No puedo decir algo para lo que no estoy capacitado", explicó Pipo en la previa del duelo ante Independiente
¿Qué pasa con Fernández?
En el momento que encontraron su automóvil, creció la preocupación. Sin ir más lejos, su madre viajó este lunes desde Chile al no tener en claro qué ocurría con él. Una vecina contó que el BMW fue abandonado el domingo pasado y que el conductor se subió a una moto que lo acompañaba.
Finalmente, fuentes cercanas al goleador le confirmaron a El Cronista que se encuentra con vida y que se contactó con su entorno. De esta manera, en las próximas horas su psicólogo se acercará a él para seguir con el complejo tratamiento.
De todos modos, su estadía en Colón -al menos bajo la conducción de Gorosito- parece cumplida, por lo que debería buscar una nueva aventura a partir de mitad de año.