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El lanzamiento del perfil argentino de Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), elaborado junto a expertos locales con el apoyo de AstraZeneca en el marco de la campaña global “Speak Up for COPD”, reveló que alrededor de 2.6 millones de personas podrían vivir con la enfermedad en el país , y que el 77% no han sido diagnosticadas. Además, más de la mitad de los argentinos que conviven con EPOC reciben su diagnóstico después de una exacerbación, es decir, un empeoramiento repentino de la enfermedad o de sus síntomas.
Esta demora en el diagnóstico expone a quienes viven con EPOC a un deterioro progresivo de la función pulmonar -al restringir el flujo de aire y dificultar su respiración-, así como a un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiacas y de mortalidad. A su vez, supone un mayor esfuerzo para los hospitales y centros de salud, que deben atender complicaciones que podrían evitarse con programas de detección temprana y el acceso a estudios básicos como la espirometría.
En la Argentina, el estudio dio a conocer que la EPOC es la sexta causa de muerte en hombres y la séptima en mujeres y que afecta especialmente a adultos mayores de 50 años. Su causa principal es el tabaquismo, aunque también influyen exposiciones a humo de leña, braseros o gases laborales, y factores tempranos durante la infancia o el embarazo. A su vez, quienes conviven con la enfermedad suelen presentar hipertensión, diabetes o insuficiencia cardíaca. Una situación que podría prevenirse mediante controles periódicos y una mayor educación sanitaria.
Expertos destacan la urgencia de fortalecer el sistema de atención
El Dr. Andrés Echazarreta, Director Médico y Jefe de Medicina Respiratoria del Centro Médico Capital de la ciudad de La Plata, miembro del consejo directivo y expresidente de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria, reconocido por su experiencia en EPOC, participó en la elaboración del perfil nacional y advirtió: “La fragmentación del sistema sanitario y el acceso limitado a la espirometría crean desigualdades, ya sea en el diagnóstico, el acceso a la medicación esencial, la rehabilitación, los servicios para dejar de fumar o la vacunación”.
La historia de Néstor: el impacto de un diagnóstico tardío
Hace dos años, Néstor Barrientos recibió un diagnóstico que cambió su vida. Hasta entonces, nunca había oído hablar de EPOC, la enfermedad que ha dado un giro radical a su día a día: debió enfrentar internaciones recurrentes, medicación diaria, oxigenoterapia nocturna y la imposibilidad de continuar con su trabajo. Incluso hasta caminar cuesta arriba le resulta imposible, y los fríos inviernos patagónicos lo obligan a permanecer en su casa para evitar neumonías u otras complicaciones respiratorias.
Una oportunidad para actuar
Los resultados del perfil argentino de EPOC buscan aumentar la conciencia y comprensión de la enfermedad entre responsables de políticas públicas, tomadores de decisión en salud, médicos no especialistas y la población en general.
Fortalecer los programas nacionales para mejorar el diagnóstico precoz y el acceso oportuno al tratamiento de la EPOC, podría ayudar a disminuir la progresión de la enfermedad antes de que avance a etapas graves o mortales, y cambiar la realidad de miles de familias argentinas.
Del mismo modo, invertir en infraestructura sanitaria resulta clave para contar con servicios esenciales como la rehabilitación pulmonar, la formación en el uso de inhaladores, programas de educación de pacientes, el apoyo para dejar de fumar, entre otros.









