La confusión predomina entre los agentes económicos. Las elecciones aportan lo suyo pero la economía provee su dosis. El anuncio de que el Tesoro saldrá a participar del mercado de cambios "para proveer liquidez" abrió la puerta a varios interrogantes: ¿Va a fijar un techo a la suba del dólar antes de que llegue al techo de la banda? ¿Para qué están las bandas de flotación entonces? ¿No deberían comprar divisas en vez de vender en función al acuerdo con el FMI? Cuando se efectuó el anuncio del entendimiento con el FMI, se delineó el actual esquema cambiario, con bandas de flotación que se ampliaban al ritmo del 1% mensual y que con el paso de los meses se tornaban irrelevantes. Pero en la previa electoral, el gobierno (y según fuentes consultadas también el staff del FMI) apuntó a evitar que el dólar llegue al techo de la banda y que el BCRA se vea obligado a vender. Recuérdese que los dólares que se venden son los aportados por el FMI. Hay una banda adentro de la banda. Un techo antes del techo. ¿No debería entonces haber sido diferente el diseño del esquema cambiario con el FMI si al fin de cuentas se ponen bandas a las que se evitan llegar? Quizás una solución hubiera sido que las bandas de flotación habiliten el accionar del BCRA pero no que lo hagan obligatorio. Que haya un techo pero que sea corredizo. Piense el lector lo que sucedería con un resultado extremo el domingo en las elecciones en PBA. Imagine que gana Fuerza Patria con más de 10 puntos. ¿Tiene sentido que el BCRA salga a ponerle freno al dólar con los dólares del FMI? Todos los caminos conducen al gran economista, a Guillermo Calvo. Su paper escrito con Carmen Reinhart sobre el "Fear of floating" debe tener una vez más récord de descargas. "Muchos mercados emergentes han sufrido crisis financieras. Una perspectiva atribuye estas crisis a los tipos de cambio fijos. Analizamos el comportamiento de los tipos de cambio...nos centramos en si los países que afirman que permiten la flotación de su tipo de cambio realmente lo hacen. Observamos que los países que afirman permitir la flotación de su tipo de cambio, en su mayoría, no lo hacen; parece existir un caso epidémico de miedo a la flotación" destacan en la introducción. Tras la suba de 14% del dólar en julio, el traspaso a precios fue mínimo. ¿Estamos seguros que una suba del dólar hubiera generado pérdida de votos para LLA? En medio del apretón, o bien estrujamiento monetario tampoco el dólar hubiera subido demasiado. Pero si ya sin elecciones predominaba el miedo a flotar, entonces en la previa de un nuevo round electoral era de preveer el pánico a flotar. Al menos sólo quedan tres ruedas para las elecciones.