El devenir de la economía y la política doméstica arroja por estos días un nuevo capítulo que deja expuesta su relación directa, aunque exhiba dos imágenes contrapuestas en su camino hacia las urnas. Mientras la convulsión social en Jujuy sacude el tablero político del país y persiste la incertidumbre sobre algunas candidaturas para las primarias -incluyendo la judicialización de la interna oficialista-, el mercado accionario devuelve rendimientos extraordinarios, con subas de dos dígitos y en dólares. Para los analistas, el fenómeno responde al denominado "trade electoral", por el cual los inversores han decidido apostar a sectores de la economía que ofrecen una buena performance, ratificada en sus balances positivos, y proyectan un mejor escenario tras el recambio presidencial que se producirá el 10 de diciembre próximo. Particularmente, los bancos y las compañías del sector energético que, pese a los grandes saltos que experimentaron en las últimas ruedas, aún no logran recuperar el terreno perdido. Y es que, si bien el Merval alcanzó un nuevo pico en dólares desde las PASO de 2019, todavía se encuentra muy lejos del registrado a principios de 2018. E inclusive las acciones que experimentan un fuerte crecimiento, en términos de valuaciones, se encuentran bajas respecto a papeles de empresas similares de otros países de la región. Así, aparecen como una gran oportunidad de cobertura inflacionaria y cambiaria para quienes aceptan tomar un poco más de riesgo en el país. Y también para los inversores extranjeros que ya tienen sus carteras saturadas de títulos públicos argentinos, pero siguen atentos la evolución de los ADRs en Estados Unidos, mientras la promesa de más subas de tasas por parte de la Reserva Federal afecta a Wall Street. La combinación de un precio bajo con la proyección de buenos rendimientos incrementa la demanda de las acciones lo que, a su vez, impulsa las subas observadas por estos días. Y esta situación es la que dispara el Fomo en el mercado financiero, es decir el temor a perder la oportunidad (fear of missing out) de concretar una buena inversión. Que esa oportunidad se extienda en el tiempo dependerá de cómo la dirigencia política responda al desafío del crecimiento socioeconómico. Brindar lascondiciones necesarias para que las empresas se potencien, generen trabajo y proyecten mayores ganancias, de manera que el alza bursátil deje de ser un fenómeno del "trade electoral" y se convierta en una tendencia o, simplemente, en el resultado de un país que atraiga cada vez más inversores.