

Nadie duerme en el Central. En una semana más tranquila que la anterior, donde el tipo de cambio sigue instalado en los $ 8,13 para la cotización mayorista, los técnicos de la entidad ponen el foco en las expectativas del mercado.
Saben que este activo, cuya influencia resulta indiscutible a la hora de ponderar escenarios futuros, resulta vital para quienes deben conocer al detalle lo que ocurre en el mercado monetario y asignarle un valor. Y si bien en el Banco Central son expertos en manejar los tiempos, también se entrenan en el arte de domesticar proyecciones.
Una de las más importantes es la del dólar futuro. Estos contratos le sirven a quienes buscan una cobertura que garantice un valor para el dólar en los próximos meses. De esa forma, la incertidumbre se despeja, a pesar que puedan perder algunos centavos en el camino.
Para el Banco Central es importante. Tan relevante es que, a menudo, y tal como ocurrió ayer, suele meterse en el mercado para acomodar los valores futuros del billete estadounidense. ¿A qué valor para el dólar en diciembre negocia el Banco Central? ¿Y para fines de junio?
Por ejemplo, ayer, todos los contratos para los meses subsiguientes cayeron. Esto implica que el Central nos quiere dar a entender que no piensa en un valor más alto para el dólar por más que las microdevaluaciones continúen a buen ritmo, señala el jefe de la mesa de dinero de un banco. Si bien el último viernes los contratos de dólar futuro para fines de junio se ubicaron en los $ 8,28, ayer cerraron en los $ 8,24.
El Central se encarga de ponerle un precio a cada parte de la curva, de esa forma se sabe que, al menos en este momento, quiere que el mercado conserve las expectativas de una devaluación del 30% anual, sostuvo un broker. Para dentro de 12 meses, el tipo de cambio que marcan los contratos es de $ 10,85, lo que pone levemente por encima del 30% la devaluación esperada.
Dispersión
Una comparación que siempre sirve para darle mayor profundidad es la de los futuros que cotizan en la Bolsa de Nueva York. Estos contratos marcan también la expectativa con respecto a la devaluación que podría encarar el Central y sirven de cobertura.
La gran diferencia es que en esta plaza no interviene directamente el BCRA, por lo que se lo considera una expresión propia del mercado. Allí, el contrato para dentro de un año se lo ubica en $ 11,55, una brecha de 6,55% con respecto a los valores que se manejan en la plaza doméstica y una devaluación proyectada para los próximos 12 meses que supera el 40%.
Microdevaluaciones e importaciones
En lo que va de junio, la entidad que conduce Fábrega llevó el dólar mayorista de $ 8,08 a $ 8,13. El movimiento generó inquietud entre quienes suponían que las microdevaluaciones serían más acotadas.
Sin embargo, en las últimas horas, la entidad decidió frenar la devaluación y, al mismo tiempo, comprar fuerte en el mercado monetario, pisando las autorizaciones que muchos importadores tienen pendientes. Ayer por ejemplo se quedó con u$s 180 millones.
Es lógico que el mercado le ponga un valor distinto al dólar para fin de año si ve un banco central muy activo. Aunque los contratos se ubiquen en $ 9,47 para diciembre, hay quienes lo ven por encima de los $ 10, sostienen en la City.













