Los principales administradores de inversiones financieras locales saben que los espera una semana tensa y difícil. El domingo aguardarán hasta la hora que sea necesaria los resultados finales de las PASO, para hacer su propio análisis y preparar la estrategia que deberán aconsejar a sus clientes apanas comience a operar el mercado. Saben que deberán enfrentar mucha ansiedad, pero tienen en la mano un primer consejo: el mundo no se acaba con las primarias y ahora hay que concentrarse en administrar el partido hasta octubre.

Habrá volatilidades y movimientos bruscos, para uno u otro lado, pero el desafío será mantener la mente fría. Lo que conoceremos en esa madrugada será la primera "encuesta" universal, con datos que permitirán inferir lo que puede suceder en la siguiente ronda, pero sin garantizar certezas. En esas siguientes diez semanas puede pasar de todo: Donald Trump puede acordar y romper con China más de una vez; la Fed puede bajar las tasas de interés y generar una reversión de capitales hacia las costas emergentes; el dato de pobreza que se conocerá la Argentina en septiembre puede ser letal para Macri y la justicia federal puede echarle más sal a las heridas que la causa de los cuadernos le dejó a Cristina Kirchner.

La enumeración no busca ser precisa. Su objetivo es señalar que en este juego de las sillas que son las PASO, el domingo varias serán cambiadas de lugar y otras serán quitadas. Y esa rotación continuará un par de meses más, a la luz de nuevas encuestas e indicadores. Lo que suceda el lunes con el dólar y los activos argentinos impactará en el corto plazo, pero no será lo único que lo definirá. Por eso tampoco hay que esperar que el BCRA tenga una actitud diferente: la tarea que se impuso es moderar la volatilidad, no defender un tipo de cambio.

¿Qué números habrá que mirar el domingo, además de la distancia entre primero y segundo, en caso de que el orden de llegada sea primero Fernández y segundo Macri? Lo principal es cuántos votos obtienen Roberto Lavagna y José Luis Espert, y de qué manera pueden repartirse entre los dos primeros. Lo siguiente es el resultado bonaerense, donde el equipo de María Eugenia Vidal ya espera obtener corte de boleta a su favor. Y con todo ese bagaje, pensar en quién tiene mejor resto para pasar a la instancia definitoria. En el Frente de Todos se hizo evidente que hay pocos fondos para sostener una campaña electoral intensa. Eso solo se podría revertir si hay un resultado claro, pero no si Macri mantiene sus márgenes de reelección. La economía, en tanto, seguirá jugando lentamente a favor del Gobierno, que de esa manera podrá recargar sus cañones con más anuncios, obras y medidas. A no olvidarlo: los números del domingo solo son un insumo más de la pelea por la presidencia.