El tiempo pasa y el tema de los alquileres tradicionales sigue sin resolverse. Las señales de alerta no son pocas. Hace meses se viene exponiendo el tema y pareciera que no hay conciencia del tema.
Miles de familias están atravesando una desesperante situación para poder alquilar una vivienda. Los portales inmobiliarios ya casi no tienen oferta de departamentos en pesos. Lo que hay en pesos, son unidades a precios altísimos, sin grandes atributos y muy poca cantidad de inmuebles en oferta de alquiler tradicional.
Es que desde que se promulgó la ley de alquileres, la oferta fue cada vez bajando más y quedó una demanda insatisfecha cada vez más grande. La brecha fue aumentando y hoy parece no tener fin.
La baja rentabilidad y los tiempos de ajuste que fija la ley actual, hace que los propietarios tomen la decisión de alquilar sus departamentos temporariamente o bien venderlos. Esa es una de las razones por la cual hay un exceso de oferta de unidades en venta y lo poco que hay en oferta de alquiler, es en dólares y mayormente temporario.
Según informes privados, la oferta en alquileres temporarios es más de cuatro veces mayor que la oferta de propiedades en alquiler tradicional.
Es importante que las autoridades de gobierno, tomen conciencia del tema y urgente tomen medidas sobre este tema de vital importancia para miles de argentinos.
La oferta en alquileres temporarios es más de cuatro veces mayor que la oferta de propiedades en alquiler tradicional.
Según pronósticos de distintos actores del sector, siguiendo a este ritmo y sin modificaciones a la ley actual, para antes de mediados de 2023, ya será nula la oferta de propiedades en alquiler tradicional.
Es vital entender que es un circuito 360°: por el que si el propietario no recibe un incentivo concreto que lo beneficie para poner en alquiler su vivienda, la situación no va a cambiar y en definitiva termina perjudicando al inquilino. Por eso es necesario que se analicen todas las partes intervinientes, para que sea un acuerdo que beneficie a todos y esta situación se revierta cuanto antes.
Demás está decir que por el tipo de cambio hoy, hay una mayor cantidad de turismo receptivo en Buenos Aires, lo que hace aun más tentador para los dueños poner sus unidades en alquiler temporario. Por eso, más que nunca hay que redactar una nueva ley o hacer cambios inminentes que consideren una opción o alternativas tentadoras para que los propietarios puedan nuevamente volcarse al formato de alquiler tradicional.
Los inquilinos están desesperados y las inmobiliarias tienen grandes listas de espera con pedidos concretos para alquilar unidades con contratos tradicionales. Además de ello, las subas en los contratos son casi imposibles de poder afrontar para los inquilinos. Durante 2022, los aumentos fueron de más de un 100% y este año pareciera no tener un techo.
Hay que destacar que esto además de generar enormes consecuencias negativas (para los inquilinos fundamentalmente), también perjudica a las inmobiliarias; dado que muchos de estos alquileres temporarios se canalizan directamente por medio de plataformas de alquileres temporarios. También porque al haber un exceso de oferta de inmuebles en venta, no se motoriza el sector, llevando inevitablemente a la baja de precios para poder dinamizar las transacciones y donde lo único que se vende hoy es por precio.
Ojalá haya una reflexión seria y profunda sobre el tema, pero fundamentalmente una puesta en marcha de manos a la obra en modificar cuanto antes esta ley, que solo generó más problemas para la gente. La situación de los inquilinos es alarmante y entre todos los responsables de poder solucionar el tema hay que tratar de que se lleven a cabo medidas concretas para que esto se solucione urgente en beneficio de toda la población.