Ayer el Gobierno realizó un anuncio que beneficiará a cerca de 300.000 trabajadores. El motivo es que se correrá el piso por el cual se paga Ganancias. A partir de ahora estarán alcanzados por el impuesto los salarios que superen los $ 700.875. "Para mantener el poder adquisitivo de las y los trabajadores, elevamos el piso del Impuesto a las Ganancias a partir de agosto a $ 700.875. Esto permite llevar alivio fiscal a 300.000 trabajadores y trabajadoras que dejaran de pagar el impuesto", argumentó Massa a través de su cuenta de Twitter. "Además, para sostener una mejor progresividad del Impuesto, incrementamos las escalas en un 35% retroactivo a enero de este año, reduciéndolo a 715.000 personas", dijo. "Mientras seguimos trabajando en la mejora del ingreso, del poder adquisitivo y de la calidad de vida de la gente, este tipo de medidas son claves para llevarles alivio fiscal y que el impuesto no afecte los aumentos salariales", remarcó el ministro y reprodujo la agencia oficial Télam. El otro anuncio no fue tal. Pero el que tuvo que salir a hablar fue el propio presidente del Banco Central, Miguel Pesce, un hombre que precisamente no se caracteriza por dar entrevistas o conferencias de prensa. Sin embargo, ante las versiones que circularon por las redes sociales sobre cómo se le pagó al Fondo Monetario Internacional (FMI), Pesce se vio obligado a hablar. "El balance del BCRA refleja operaciones financieras habituales para mejorar la rentabilidad de las reservas. Esas operaciones incluyen a todos los activos en poder del BCRA y son auditadas en forma interna y externa. En el caso del oro, el BCRA mantiene la misma posición. Ninguna de esas operaciones habituales estuvo asociada al pago del vencimiento de esta semana con el FMI. Los pagos al FMI se hicieron como se comunicó, con créditos puentes de CAF y yuanes", aclaró Pesce. El anuncio de Massa nos habla de un país de salarios bajos. Con el nuevo piso pagarán ganancias aquellos trabajadores que ganan al precio del blue ($ 570) u$s 1229,60 mensuales. Es decir, una cifra que medida en dólares parece irrisoria. Sin embargo, esa es la realidad de una Argentina dónde las soluciones mágicas solo parecen existir en las campañas políticas. La aclaración de Pesce también es preocupante. ¿Quién se hace responsable por lo que se publica en redes sociales, sin el necesario chequeo, si genera un caos o una corrida económica?