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En los últimos meses, muchos aficionados a la jardinería descubrieron un truco casero que promete resultados sorprendentes: usar cáscara de banana como abono para la lengua de suegra. Este fertilizante natural, económico y ecológico se ha vuelto popular por su capacidad para revitalizar plantas de interior y estimular un crecimiento visible en pocos días. Su aplicación es sencilla y aprovecha los nutrientes que normalmente se desperdician al tirar la fruta.
La lengua de suegra (Sansevieria trifasciata) es una de las plantas más resistentes y decorativas, ideal para quienes buscan llenar su hogar de verde sin demasiados cuidados. Sin embargo, cuando el sustrato pierde nutrientes, puede dejar de crecer o mostrar hojas más débiles.

En esos casos, la cáscara de banana se convierte en una aliada perfecta: aporta minerales esenciales que fortalecen las raíces, mejoran la estructura de las hojas y reactivan su crecimiento natural de manera completamente orgánica.
Por qué la cáscara de banana beneficia a la lengua de suegra
La lengua de suegra (Sansevieria trifasciata) es una planta resistente y fácil de cuidar, pero responde muy bien a los abonos naturales que enriquecen el sustrato. Uno de los más efectivos y económicos es la cáscara de banana, que aporta una alta concentración de potasio, fósforo, calcio y magnesio, minerales fundamentales para su desarrollo.
Cuando la cáscara de banana se descompone, libera azúcares naturales y micronutrientes que estimulan el crecimiento de las raíces y fortalecen las hojas, haciéndolas más firmes y brillantes. Además, el potasio mejora la circulación de nutrientes dentro de la planta, mientras que el fósforo impulsa la formación de nuevas raíces y brotes.
Qué nutrientes libera la cáscara de banana
Al entrar en contacto con el agua o la tierra, la cáscara de banana libera lentamente una mezcla de minerales y compuestos orgánicos que benefician directamente el crecimiento de la planta:
- Potasio (K): refuerza los tejidos, estimula el crecimiento y mejora la resistencia ante cambios de temperatura.
- Fósforo (P): favorece el desarrollo de raíces sanas y la formación de nuevos brotes.
- Magnesio (Mg): ayuda en la producción de clorofila, intensificando el color verde de las hojas.
- Calcio (Ca): fortalece las paredes celulares y mejora la absorción de otros nutrientes.
Estos elementos se liberan a medida que la cáscara se descompone o se infusiona en agua, nutriendo el sustrato sin necesidad de fertilizantes químicos.
Cómo preparar el abono con cáscara de banana paso a paso
Existen dos formas seguras y efectivas de aprovechar las cáscaras de banana para nutrir la lengua de suegra: el agua de banana y el polvo de cáscara seca.
1. Agua de banana (fertilizante líquido)
Ingredientes:
- 1 o 2 cáscaras de banana maduras
- 1 litro de agua
Preparación:
- Cortar las cáscaras en trozos pequeños.
- Colocarlas en un recipiente con agua y dejar reposar entre 48 y 72 horas.
- Colar el líquido y conservarlo en una botella.
- Usar esa agua para regar la lengua de suegra una vez al mes.
Este abono natural libera nutrientes de manera suave y ayuda a revitalizar la planta, sobre todo si el sustrato está empobrecido.
2. Polvo de cáscara seca (fertilizante sólido)
Pasos:
- Dejar secar las cáscaras de banana al sol o en horno bajo hasta que estén crujientes.
- Molerlas hasta obtener un polvo fino.
- Espolvorear una cucharadita en la superficie de la tierra y remover suavemente para mezclar con el sustrato.
Este método proporciona una liberación lenta de nutrientes, ideal para fortalecer la planta a lo largo del tiempo sin riesgo de exceso de humedad.
Cada cuánto aplicar el abono natural para las plantas
El agua de banana puede aplicarse una vez al mes durante la temporada de crecimiento (primavera y verano). En invierno, basta con hacerlo cada dos o tres meses, ya que la planta entra en reposo. El polvo seco puede usarse con la misma frecuencia o alternarse con el riego habitual.
Consejos para potenciar el crecimiento de las plantas
- Colocar la planta en un lugar con luz indirecta brillante, evitando el sol directo.
- Asegurarse de que el sustrato tenga buen drenaje, ya que el exceso de agua puede pudrir las raíces.
- No combinar este abono con fertilizantes químicos en el mismo día.
- Evitar enterrar las cáscaras frescas directamente, ya que pueden atraer insectos o producir hongos.













