

Cuando una persona pierde peso, pocas veces se pregunta a dónde va exactamente esa grasa que desaparece. La creencia popular dice que se convierte en energía, se elimina por el sudor o simplemente se excreta. Sin embargo, la ciencia ha demostrado que la respuesta es mucho más sorprendente.
La mayor parte de la grasa que se pierde al adelgazar sale del cuerpo a través de los pulmones. Un estudio publicado en The British Medical Journal por los investigadores Ruben Meerman y Andrew Brown reveló que el 84% de la grasa se exhala como dióxido de carbono y solo el 16% restante se elimina como agua a través de la orina, el sudor y otros fluidos corporales.
Cómo sale la grasa del organismo durante la pérdida de peso
Cuando el cuerpo entra en déficit calórico, comienza a usar las reservas de grasa almacenadas en el tejido adiposo. Durante este proceso, los triglicéridos se descomponen en sus elementos básicos: carbono, hidrógeno y oxígeno. Estos átomos se transforman en dióxido de carbono y agua mediante un proceso de oxidación.
El dióxido de carbono generado pasa al torrente sanguíneo, llega a los pulmones y se elimina con cada exhalación. Por cada 10 kilos de grasa que se pierden, 8,4 kilos se exhalan como CO2 y 1,6 kilos se eliminan como agua. Este proceso requiere que el cuerpo consuma 29 kilos de oxígeno adicional.

¿El sudor elimina la grasa del cuerpo?
Una de las ideas más extendidas es que sudar equivale a quemar grasa. Esta creencia lleva a muchas personas a usar ropa de abrigo durante el ejercicio o a provocar sudoración excesiva. Sin embargo, el sudor solo refleja la pérdida de agua para regular la temperatura corporal.
El agua que se genera al metabolizar la grasa puede salir mediante la transpiración, pero representa una fracción mínima. La vía principal es la respiración. Los pulmones se convierten así en el órgano excretor más importante para la pérdida de peso. Esto contradice la intuición, ya que al hacer ejercicio lo primero que se nota es el aumento de temperatura y sudor, no la aceleración respiratoria.
El hallazgo científico que cambió la comprensión sobre la pérdida de peso
El físico Ruben Meerman realizó esta investigación después de perder peso y preguntarse qué había pasado con esa grasa. Aunque la fórmula química de los triglicéridos se conoce desde la década de 1960, nadie había cuantificado exactamente qué sucedía con todos los átomos durante la oxidación de la grasa.
Meerman y Brown descubrieron un artículo científico de 1949 que mostraba que los átomos de oxígeno se compartían entre el dióxido de carbono y el agua en proporción 2 a 1. Esto significa que por cada cuatro átomos de oxígeno exhalados, dos se excretan en fluidos corporales. Una persona de 70 kilos en reposo exhala aproximadamente 200 gramos de carbono al día simplemente respirando 17.280 veces.











