En esta noticia

En Colombia, el panorama de los alquileres se enfrenta a una situación inesperada que preocupa a los inquilinos. Una disposición legal abre la puerta para que las personas que recién alquilaron una vivienda puedan ser desalojadas en un tiempo muy corto.

El tema ha generado debate en el mercado inmobiliario, pues miles de familias podrían ver afectada su estabilidad habitacional. Expertos advierten que la medida rompe con la percepción de seguridad que existía al momento de firmar un contrato de arriendo.

El detalle oculto que inquieta a los inquilinos

La clave está en que, bajo una nueva interpretación legal, un arrendador puede solicitar la restitución del inmueble en tan solo un mes, incluso si el contrato de arrendamiento fue firmado por un año. Esto significa que un inquilino que apenas se está acomodando a su nuevo hogar podría enfrentar un proceso de desalojo inmediato.

Según reportó Red+ Noticias, el detonante fue la aplicación estricta de una norma que faculta al propietario a dar por terminado el contrato si existen incumplimientos mínimos. En la práctica, esta interpretación deja en una posición de vulnerabilidad a quienes confiaban en la permanencia pactada.

¿Qué dicen los expertos sobre esta situación?

Abogados consultados han explicado que el problema no está en la norma como tal, sino en la manera en que se ha empezado a aplicar. Resaltan que antes la figura se utilizaba en casos extremos, mientras que ahora podría convertirse en un recurso recurrente de los dueños de inmuebles.

Para los inquilinos, el escenario implica costos adicionales, pues un desalojo imprevisto no solo obliga a buscar un nuevo lugar, sino también a asumir gastos de mudanza y posibles penalidades. Para los arrendadores, en cambio, es un instrumento de presión que puede usarse para resolver conflictos de pago con mayor rapidez.

Así impacta la medida al mercado de arriendos en Colombia

Las asociaciones de arrendadores y de arrendatarios coinciden en que esta práctica podría tener efectos directos en la confianza del mercado. Menos estabilidad significa menos disposición a firmar contratos largos, lo que a su vez altera la dinámica de la oferta y la demanda.

En ciudades como Bogotá, Medellín y Cali, donde la rotación de inmuebles ya es alta, un escenario de desalojos más frecuentes podría aumentar los precios y reducir las alternativas para quienes buscan vivienda. El debate sigue abierto, mientras los afectados esperan una respuesta clara que devuelva seguridad al sistema de arriendos en el país.