

El debate por la Reforma Tributaria en Colombia se enfrió mientras gobiernos locales retiraron propuestas y el Congreso aplazó decisiones. En ese escenario, varios contribuyentes ya miran vías legales para pagar menos sin esperar nuevas reglas.
La opción más directa, vigente hoy, pasa por el Régimen Simple de Tributación (RST) de la DIAN, que unifica tributos y reduce cargas administrativas.
Tras el retiro de proyectos como el de Bogotá, que quedó sin trámite en el Concejo, el efecto inmediato es que no cambian las tarifas nacionales y siguen vigentes los beneficios previstos en el Estatuto y en la reglamentación fiscal. Para quienes cumplan el requisito clave -inscribirse y permanecer en el RST según topes y plazos- la carga efectiva puede ser menor frente al régimen ordinario.
¿Cuál es el requisito para pagar menos ahora?
El camino inmediato es acogerse al Régimen Simple de Tributación (RST), un esquema que integra varios impuestos en una sola declaración y aplica tarifas simplificadas por actividad e ingresos. La DIAN detalla quiénes pueden optar por el RST y cuáles son los topes de ingresos, fechas y obligaciones que deben cumplir para mantenerse en el sistema.
En la práctica, el RST está diseñado para emprendedores, comerciantes y profesionales que buscan menos carga operativa: permite consolidar hasta siete obligaciones en un solo formulario y simplifica pagos anticipados durante el año. Quien cumpla los requisitos y formalice la inscripción dentro de los plazos DIAN puede obtener una carga efectiva inferior a la del régimen ordinario.

Cómo inscribirse y qué cambia frente al régimen ordinario
El ingreso al RST requiere actualizar el RUT, declarar dentro de las ventanas fijadas y cumplir con facturación cuando aplique. La autoridad tributaria publica guías y calendario de vencimientos para evitar sanciones.
A diferencia del régimen ordinario, en el RST se liquidan los anticipos de forma periódica, se presenta una declaración anual consolidada y se integran tributos nacionales y territoriales, lo que disminuye trámites y costos de cumplimiento para contribuyentes que califican.
Deducciones y rentas exentas que alivian la carga
Además del RST, siguen vigentes beneficios individuales en la declaración de renta de personas naturales, como la renta exenta del 25% sobre ingresos laborales prevista en el Estatuto Tributario, así como exenciones asociadas a aportes voluntarios y cuentas AFC, dentro de límites legales. La DIAN actualizó el diligenciamiento y topes en su resolución 120 de 2024.
Estos alivios están sujetos a topes en UVT y a controles de conciliación fiscal; por eso conviene revisar el formulario aplicable y conservar soportes de pagos y certificaciones para evitar rechazos. La gestión correcta de exenciones y deducciones puede reducir el impuesto a pagar dentro del marco vigente.
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Facturación electrónica: obligación y puerta de acceso a alivios
Para quienes superan ciertos ingresos o están en actividades específicas, la facturación electrónica es obligatoria. Cumplirla facilita la trazabilidad, reduce costos y, sobre todo, habilita el cruce de información que respalda deducciones y el acceso a regímenes como el RST cuando corresponda.
La DIAN recoge además los beneficios del sistema de facturación electrónica (reportes, validación en tiempo real, control del IVA), que mejoran el cumplimiento y evitan sanciones por omisiones. Mantenerse al día es clave para aprovechar los alivios disponibles hoy.











