La investigación sobre Marte ha generado datos e imágenes intrigantes que fomentan tanto la curiosidad como el debate en la comunidad científica y en el público en general.
Entre los hallazgos más relevantes se encuentran formaciones geológicas que, por su aspecto, evocan las ruinas de antiguas ciudades terrestres. Estas estructuras, captadas por diversas misiones, han sido objeto de estudio para comprender su origen y formación.
Un ejemplo significativo es la formación conocida como “Ciudad Inca”, una estructura que, observada desde el espacio, presenta patrones geométricos que recuerdan a las ruinas de antiguas civilizaciones. Este descubrimiento ha suscitado diversas interpretaciones y ha sido objeto de múltiples investigaciones científicas.
La geología de Marte: ¿qué la hace parecer una ciudad antigua?
La “Ciudad Inca” es una formación geológica ubicada en las cercanías del polo sur de Marte, en la región denominada Angustus Labyrinthus. Esta estructura fue detectada por la sonda Mariner 9 en la década de 1970 y recibió su nombre debido a su apariencia superficial que recuerda a una ciudad en ruinas. Los científicos de la NASA le asignaron esta denominación por las similitudes visuales con las antiguas ciudades incas de la Tierra.
Se sugiere que estas formaciones son el resultado de procesos geológicos complejos, posiblemente relacionados con antiguos impactos de asteroides que fracturaron la corteza marciana, permitiendo el ascenso del magma y la formación de diques resistentes a la erosión. Con el transcurso del tiempo, la erosión diferencial ha dejado al descubierto estas estructuras, que generan patrones que evocan la imagen de una ciudad en ruinas.
Además de la “Ciudad Inca”, otras formaciones han suscitado el interés de científicos y entusiastas de la exploración espacial. Por ejemplo, el orbitador de la Agencia Espacial Europea (ESA) ha capturado imágenes de formaciones que, desde una perspectiva aérea, se asemejan a estructuras urbanas terrestres.
Nuevos hallazgos del robot de la NASA en Marte
El Rover Perseverance de la NASA, que aterrizó en Marte en febrero de 2021, ha llevado a cabo una exhaustiva exploración del cráter Jezero, un antiguo lago que podría haber sido un hábitat propicio para la vida microbiana.
Otro hallazgo fascinante de Perseverance es una roca conocida como “St. Pauls Bay”, que está compuesta por cientos de pequeñas esferas de color gris oscuro. Estas esferas, algunas de forma alargada y otras con bordes angulares, han desconcertado a los científicos, quienes llevan a cabo investigaciones para determinar su origen y proceso de formación. Hallazgos similares en el pasado sugieren que diversos mecanismos geológicos podrían haber dado lugar a estas intrigantes estructuras.
Recientemente, Perseverance ha identificado una roca denominada “Silver Mountain”, que exhibe texturas inéditas y se remonta a la era de Noé, hace aproximadamente 4,000 millones de años. Este descubrimiento tiene el potencial de ofrecer información valiosa sobre la historia geológica del planeta rojo y las condiciones ambientales prevalentes en ese periodo.
Importancia de las estructuras en Marte para la exploración espacial
Estos descubrimientos resaltan la intrincada geología de Marte y la necesidad de proseguir con su investigación. Las formaciones que evocan a ruinas de ciudades antiguas son evidencias de los procesos naturales que han esculpido la superficie marciana a lo largo de miles de millones de años.
Entender la composición y el origen del terreno facilita la identificación de áreas de interés científico y posibles recursos que podrían ser aprovechados por astronautas en el futuro. La exploración continua de Marte, mediante misiones robóticas y, eventualmente, humanas, permitirá desvelar los enigmas que aún oculta el planeta rojo.
Comprender estos fenómenos es crucial para reconstruir la historia del planeta y evaluar su capacidad para haber sostenido vida en épocas pasadas. Asimismo, el análisis de estas estructuras ofrece información valiosa para futuras expediciones tripuladas.