Donald Trump inauguró su Oficina de Fe pero enfrenta críticas de la iglesia
El presidente de EEUU busca acercarse a los grupos religiosos pero sus medidas anti inmigrantes despiertan polémicas entre los sectores.
Donald Trump lanzó una nueva iniciativa para fortalecer su vínculo con los grupos religiosos. Se trata de la creación de la Oficina de Fe que busca acercar a líderes espirituales a su administración.
Sin embargo, la medida no ha sido recibida con entusiasmo por todas las iglesias. Algunas congregaciones han expresado preocupaciones sobre su relación con el gobierno.
El presidente enfrenta un escenario complejo en su búsqueda de apoyo religioso. Mientras algunos líderes lo respaldan, otros desconfían de sus intenciones.
Se inauguró la Oficina de Fe: apoyo de líderes religiosos a Trump
Líderes religiosos de distintos puntos del país se reunieron con Donald Trump en la Oficina Oval para orar junto a él. La Casa Blanca compartió una imagen del encuentro, mientras que figuras como William Wolfe y el pastor Robert Jeffries destacaron el momento en redes sociales, calificándolo como un honor.
David Barton, fundador de WallBuilders, resaltó el compromiso de Trump con programas y políticas alineadas con los valores familiares y religiosos. En línea con esta postura, el expresidente firmó en febrero una orden ejecutiva para establecer la Oficina de Fe en la Casa Blanca, con el propósito de asesorarse con líderes religiosos en temas como la defensa de la libertad religiosa.
Tensión entre la administración Trump y grupos religiosos por medidas anti inmigrantes
Un juez federal bloqueó la política del gobierno de Trump que permitía a agentes de inmigración realizar operativos en lugares de culto sin autorización de un supervisor. La decisión judicial respondió a una demanda presentada por grupos religiosos, incluyendo iglesias y templos, que argumentaron que la medida violaba la libertad de culto.
La eliminación de restricciones previas generó temor entre inmigrantes que asisten a estos espacios, según abogados de las congregaciones. Mientras los demandantes sostienen que la nueva normativa afecta el derecho a la práctica religiosa, el gobierno de Trump argumentó que sólo eliminó un requisito administrativo y que las operaciones en lugares sensibles han ocurrido por décadas.
El desafío de Donald Trump para capturar el voto religioso
Trump ha intentado reforzar su conexión con las comunidades de fe, pero enfrenta resistencia dentro de algunos sectores religiosos. A pesar de la creación de la Oficina de Fe, líderes de distintas iglesias han expresado dudas sobre su autenticidad y compromiso con los valores cristianos.
El presidente ha sido un aliado clave de la derecha cristiana, pero su historial de polémicas ha generado divisiones entre los votantes religiosos. Mientras busca asegurar su respaldo, algunas congregaciones han tomado distancia, cuestionando si su liderazgo realmente representa sus principios.