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La advertencia salió en un tono seco e inesperado. Donald Trump, consultado por periodistas en la Casa Blanca, lanzó una frase que encendió alarmas en Bogotá: aseguró que Gustavo Petro “será el siguiente”. No explicó más, dejando abierta una zona de incertidumbre que rápidamente escaló en la discusión pública.

Aunque el comentario fue breve, su impacto fue inmediato. La frase surgió en medio de una relación bilateral deteriorada y sin un contexto claro, lo que aumentó la sensación de misterio e inestabilidad. Solo al revisar el trasfondo de las tensiones recientes se entiende el alcance del mensaje.

Las palabras de Trump llegaron mientras la relación entre Colombia y Estados Unidos experimenta uno de sus momentos más complejos en años. Descertificación antidrogas, acusaciones cruzadas y sanciones ya habían elevado el tono, pero esta advertencia abrió un capítulo distinto.

Donald Trump aseguró que Gustavo Petro “será el siguiente”. (Fuente: archivo)
Donald Trump aseguró que Gustavo Petro “será el siguiente”. (Fuente: archivo)

Tensión entre Trump y Petro: narcotráfico, descertificación y acusaciones directas

La advertencia presidencial se suma a una cadena de decisiones de Washington que han tensado al máximo el vínculo bilateral. Estados Unidos retiró recientemente a Colombia de la lista de países que cooperan en la lucha contra el narcotráfico y sancionó a Petro, alegando fallas graves en su política antidrogas. El mandatario colombiano rechazó esas acusaciones y defendió su estrategia.

A esto se agrega la operación “Lanza del Sur”, con la que EE. UU. ha destruido embarcaciones en el Caribe y el Pacífico bajo sospechas de transporte de droga. La actividad militar estadounidense cerca de aguas colombianas ha incrementado el clima de desconfianza regional.

Colombia en el foco: impacto regional y respuesta del presidente Gustavo Petro

Tras la advertencia de Trump, Petro respondió señalando que ese tipo de mensajes equivalen a “declarar guerra”, insistiendo en que cualquier intervención extraterritorial violaría el derecho internacional. Su Gobierno sostiene que la política antidrogas actual busca desmontar redes criminales sin repetir estrategias fallidas del pasado.

Mientras Venezuela denuncia el riesgo de una expansión del conflicto, Colombia intenta contener la escalada y reforzar canales diplomáticos. El enfrentamiento verbal Trump–Petro marca así un punto crítico en la relación bilateral, con efectos que podrían influir en toda la región.