En el norte de Argentina, una zona cercana a la ciudad de Salta está viviendo un boom inmobiliario impresionante, impulsado por el auge del litio y la diversificación económica. Su desarrollo en el interior del país lo hace comparar con ciudades como Dubai.
Se trata de San Lorenzo Chico, la cual se transformó en un polo de desarrollo urbano con proyectos de lujo que incluyen hoteles internacionales, restaurantes gourmet, comercios premium y residencias exclusivas.
¿Por qué se compara a esta ciudad con Dubai?
Argentina se posiciona como uno de los líderes mundiales en producción de litio, y la provincia de Salta está en el centro de esta revolución energética. Proyectos como el de Ganfeng Lithium y Lithium Argentina, con una inversión de u$s 2000 millones, buscan duplicar la capacidad productiva del país en salares como Pastos Grandes y Pozuelos.
Este auge minero atrae profesionales, empresas y proveedores, generando una alta demanda de viviendas, oficinas y servicios. Según expertos, la rentabilidad anual en proyectos inmobiliarios puede alcanzar el 10% en dólares, gracias a la estabilidad y diversificación (minería, turismo, agricultura).
Así es la “Dubai” del norte argentino
San Lorenzo Chico integra naturaleza con desarrollo planificado. El punto más destacado es el primer Hotel Hilton Garden Inn del noroeste argentino, con apertura prevista para 2027: más de 10.000 m², 112 habitaciones, piscina, gimnasio, sauna y terraza con bar para eventos.
Otros proyectos mixtos como Tribeca ofrecen studios, lofts y módulos comerciales (valores desde u$s1.700/m²). Barrios cerrados como Las Achiras y condominios como La Trinidad completan la oferta, con departamentos para renta que generan hasta u$s3.000 mensuales.
Esta explosión de restaurantes de lujo, comercios premium y hoteles transforma la zona en un destino atractivo para inversores y residentes que buscan calidad de vida en el norte argentino.
Historia de San Lorenzo Chico
Hace apenas diez años, San Lorenzo Chico no era más que un tranquilo rincón rural, un punto de transición entre la ciudad capital y las exuberantes yungas que anuncian el comienzo del Valle de Lerma.
El impulso inicial lo dieron los hermanos Beccar Varela a través de su compañía Proyecto Norte, cuando en 2013 lanzaron Praderas de San Lorenzo: un barrio privado con todas las amenidades de un club exclusivo.
Desde entonces, la expansión urbana se extendió como una mancha de aceite incontrolable: surgieron nuevos loteos, shoppings, proyectos turísticos y la llegada masiva de multinacionales dedicadas al litio.
